Jueves 1º de noviembre de 2018, p. 25
Para detener el deterioro del sector petrolero e iniciar una etapa de recuperación de la producción de hidrocarburos crudos y refinados será necesario informar a la población de que el país está por entrar en una periodo de escasez de estos energéticos, de acuerdo con investigaciones realizadas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el 28 Seminario de Economía Urbana y Regional, celebrado este miércoles en Ciudad Universitaria, Fabio Barbosa Cano, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), planteó que junto a las propuestas que se han hecho para recuperar el sector, será necesario poner en marcha medidas para disminuir la demanda de combustibles derivados del petróleo.
Para Barbosa Cano, experto en temas petroleros, se debe reconocer que el aprovechamiento idóneo de los hidrocarburos de los que aún dispone el país requerirá de medidas de maduración a largo plazo, por lo que no habrá soluciones rápidas para incrementar la producción luego de la baja que se ha registrado en años recientes.
En 2018, Pemex ha producido un promedio de 795 mil barriles diarios de petróleo crudo ligero y superligero, 27.73 por ciento menos que la generación promedio de 2013, cuando ascendió a 1.1 millones de toneles al día. Los hidrocarburos ligeros son los que permiten refinar productos de alto valor, como las gasolinas.
Barbosa Cano propuso que en los siguientes años el país no incurra en megaproyectos
relacionados con el sector petrolero. Por ejemplo, sugirió que se promueva la construcción de varias plantas pequeñas para refinar el crudo ligero que se importará próximamente de Estados Unidos, en lugar de pretender hacer grandes desarrollos.
Consideró que debería impulsarse el desarrollo del sistema colectivo de transporte para que la demanda de gasolinas se reduzca y sugirió acompañar esta medida con la creación de estímulos fiscales para los autos pequeños y desalentar con impuestos la compra de vehículos de alto consumo de combustible. Una de las fórmulas más importantes para disminuir la demanda de hidrocarburos sería la restauración de los ferrocarriles como sistema de transporte de carga, pues el actual centrado en los grandes vehículos con motores de combustión interna con dos o tres remolques son un derroche de combustibles
.
Se requieren intensas campañas de difusión dirigidas a la mayoría de la población, para prepararla para una nueva etapa de escasez, que va a afectar fundamentalmente a los sectores de más bajos ingresos.