La ex pesista Luz Mercedes Acosta recibirá finalmente en el Comité Olímpico Mexicano la medalla de bronce que heredó tras las descalificaciones por dopaje de tres atletas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde la sonorense terminó sexta.

Es una sensación entre mágica o una señal de que los milagros existen debido a la perseverancia, la disciplina y sobre todo al juego limpio, señaló la atleta que obtendrá la presea correspondiente a la división de 63 kilogramos.

Acosta será entonces la tercera mexicana medallista olímpica después de Soraya Jiménez, la primera mujer en ganar una presea de oro, en Sydney 2000, y Damaris Aguirre, quien también heredó un metal de bronce por dopaje en Pekín 2008, que le fue entregada nueve años después, en 2017.

Ante dudas de manipulación de resultados en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) emprendió un proceso de investigación cuyos resultados derivaron en la devolución de medallas en varios deportes.

La competencia femenil de 63 kilos fue ganada por la canadiense Christine Girard, seguida de la kazaja Maiya Maneza, la rusa Svetlana Tsarukaeva y la turca Sybel Simsek, pero las ocupantes del segundo al cuarto puestos fueron descalificadas tras dar positivo, y los lugares se recorrieron. De esa manera, el podio de esa competencia quedó oficialmente integrado por Christine Girard, seguida de la búlgara Milka Maneva, quien de haberse ubicado quinta en la competencia, se colgará la plata, y tercera la mexicana Luz Mercedes Acosta Valdez, con el bronce.

La asignación de la presea se produjo después de que la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas asumió el resultado de la WADA, notificó al Comité Olímpico Internacional, instancia que avaló el reacomodo de los lugares en el podio, tras lo cual, el Comité Olímpico Mexicano gestionó la recuperación del metal, y se lo entregará a la atleta en una ceremonia el 15 de noviembre.

La pesista de Guaymas radica con su esposo en Phoenix, donde se desempeña como entrenadora de crossfit, recordó que estaba segura de que en la competencia podría subir al podio. “La vida me tenía preparada una gran sorpresa. Cuando escuché que WADA estaba realizando una investigación profunda, pensé irónicamente, ni modo que eso vaya hacer un cambio, ya había pasado mucho tiempo.

Cuesta el mismo trabajo hacerlo bien, que hacerlo mal, pero ser honesto y sin hacer trampa, tiene su recompensa, reflexionó la atleta que en su carrera estableció 39 récords nacionales e internacionales, se colgó 25 medallas en justas mundiales y alcanzó el tercer puesto del ranking mundial