En aumento, quienes piden ser repatriados
Demandan que les apoyen con autobuses para llegar a Ciudad de México
Miércoles 31 de octubre de 2018, p. 10
Juchitán, Oax., Muchos llegaron de aventón, algunos en camiones de la línea Istmeños y otros lo hicieron a pie, pero al final los integrantes de la Caravana Migrante arribaron ayer a Juchitán provenientes de Niltepec y Tapanatepec, en el Istmo de Tehuantepec.
Los más de 6 mil migrantes se ubicaron en la terminal de autobuses, habilitada y coordinada por la autoridad de Juchitán para recibirlos. Muchos varones y jóvenes traen los pies con ámpulas que les impiden caminar, otros vienen deshidratados y los niños padecen gripe, tos y altas temperaturas.
Aquí les brindamos agua, servicio médico, sanitarios, habilitamos un comedor comunitario, además de servicio de seguridad. La intención es que tengan un espacio digno
, informó José Antonio Marín López, coordinador municipal de Protección Civil.
La regiduría de salud señaló que, por acuerdo de cabildo, el 30 y 31 de octubre se aplicará la ley seca que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas. La dependencia exhortó a los migrantes a evitar salir a las calles y avenidas, y ubicarse sólo en el refugio asignado.
Un grupo de 20 migrantes solicitó al Grupo Beta, del Instituto Nacional de Migración, su repatriación, por que no era lo que se esperaban
, además de que han estado enfermos, por lo que prefieren regresar a sus países.
Sin comida
Ayer se fueron 40 de Niltepec y hoy al parecer vamos a ser otros 40. Traigo a mi mamá y mis dos hijos enfermos, sabemos que al regresar allá nos esperan la pobreza y la violencia, pero ya no podemos más, de verdad que caminar largas horas y no comer alimentos sanos nos ha afectado mucho
, dijo Heber Ramos, de origen guatemalteco.
Una brigada de Ciudad de México se sumó a los servicios de salud de Oaxaca y de la Cruz Roja que desde el sábado atienden a los migrantes. Con actividades recreativas y educativas, la fundación Save the children se encarga de los menores.
Por la noche, los extranjeros acordaron esperar un día más en Juchitán mientras ven la posibilidad de que el gobierno o alguna organización civil les proporcione autobuses para continuar su recorrido hasta Ciudad de México, informó el médico y voluntario Manuel Valenzuela, coordinador en turno de la caravana.
La más pequeña
Yesenia Estrada, de 23 años de edad, y su esposo, huyen de la violencia y la falta de empleo que padecen en Honduras; tienen tres hijas, una de seis años, otra de cuatro y la de 26 días de nacida. La consideran la migrante más pequeña de esta caravana.
A su llegada a Juchitán, su padre le habilitó un pedazo de cartón para descansar; ahí le han donado pañales y cobijas, pero no han sido suficientes, porque son cinco personas en total y no tienen otra opción, ya que si regresan a Honduras sufrirán más, asevera.
“Mi bebé nació el 4 de este mes y para el día 23 ya estábamos todos uniéndonos a la caravana. Han sido días muy difíciles, porque caminamos y otras veces pedimos aventón, pero no tenemos otra opción, allá no hay empleo.”
Yesenia relató que caminar largas horas y vivir este ritmo acelerado de la caravana la ha debilitado, pero no se rinde. Allá no hay nada, sólo violencia nos persigue, entonces decidimos salirnos, nuestros familiares no saben, vamos a seguir hasta donde podamos, a la frontera o Estados Unidos, tenemos tres hijas que atender, y no es nada sencillo
, señaló.