Miércoles 31 de octubre de 2018, p. 32
Beirut. Unos 45 mil sirios varados en un campamento en el desierto, cerca de la frontera con Jordania, corren el riesgo de morir de hambre ante la disminución de los suministros y la llegada del invierno, mientras las potencias regionales se culpan mutuamente por quién es el responsable de esta tragedia humanitaria en la guerra civil siria. Las entregas de la ayuda al asediado campo de Rukban han fallado repetidamente o han sido demoradas, incluyendo una de la ONU que debió llegar el pasado jueves.