Xalapa, Ver., Diputados del partido Morena en funciones y electos tomaron el Congreso de Veracruz para impedir la última sesión de la sexagésima cuarta Legislatura (con mayoría del Partido Acción Nacional, PAN), ‘‘para evitar que los diputados de la comisión permanente aprueben dictámenes que no fueron circulados a tiempo ni turnados a las comisiones respectivas’’.

Advirtieron que no se retirarán hasta el 5 de noviembre, cuando iniciará funciones la 65 Legislatura, en la que ellos serán mayoría, pues temen que los panistas aprueben la entrega de bienes estatales en comodato o donación a ayuntamientos gobernados por el PAN, partido al que pertenece el gobernador saliente, Miguel Ángel Yunes Linares.

Alrededor de la una de la madrugada del martes, los legisladores de Morena y 200 militantes llegaron al palacio legislativo, pusieron candados en las puertas y colgaron pancartas con la leyenda ‘‘No al año de Hidalgo de Yunes’’.

El coordinador de la bancada de Morena, Zenyazen Roberto Escobar García, quien participó en la protesta, dijo que ‘‘en la comisión permanente del periodo anterior se metieron más de 30 dictámenes a última hora. Por eso existe el temor fundado de que ahora puedan hacer lo mismo en perjuicio de los veracruzanos’’.

Aseguró que Yunes Linares planea un ‘‘saqueo de último minuto’’ para favorecer a ediles panistas con la enajenación de centros comerciales y otros inmuebles en favor de los ayuntamientos panistas de Veracruz y Boca del Río, donde gobiernan su hijo Fernando Yunes Márquez y Humberto Alonso Morelli, respectivamente.

Sobre las personas que quedaron encerradas en el Congreso (personal de vigilancia, de mantenimiento y administrativo), Escobar García dijo que podrían irse, pero no se permitirá el ingreso.

Poco después de que los militantes de Morena iniciaron su plantón llegó un autobús de la Secretaría de Seguridad Pública con policías antimotines, quienes aguardaban órdenes.

El coordinador de la junta de coordinación política del Congreso local, el panista Sergio Hernández Hernández, anunció que denunciará por ‘‘sedición’’ a ‘‘los delincuentes’’ que se apoderaron de las instalaciones.

Recordó que el artículo 309 del Código Penal del estado estipula pena de seis meses a seis años de prisión, multa hasta de 80 unidades de medida y actualización y suspensión de derechos políticos por dos años a quien ‘‘en forma tumultuaria, sin uso de armas, resista o ataque a la autoridad para impedir el libre ejercicio de funciones’’.

Entrevistado en el puerto de Veracruz después de inaugurar los Centros Integrales de Justicia, Miguel Ángel Yunes lamentó la toma del Congreso y ofreció su solidaridad al Poder Legislativo.

‘‘Es como si pusieran cadenas y candados en el palacio de gobierno o en la sede del Poder Judicial. Los poderes deben tener libertad para hacer lo que les corresponde de acuerdo con la ley’’, dijo.

Añadió: ‘‘Si esto le espera a Veracruz, qué lamentable futuro vivirá. Es el regreso de las peores etapas del duartismo (el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, de 2010 a 2016), cuando cada quien hacía lo que quería’’.

Yunes Linares dijo que es falso que se pretenda regalar bienes del estado. Agregó que propuso al Congreso ‘‘la donación de algunos bienes, pero no a personas físicas, sino a los ayuntamientos’’.

En Orizaba, gobernado por el Partido Revolucionario Institucional, se planea donar un predio de 5 mil metros cuadrados para la construcción de un estadio de futbol; el ayuntamiento de Boca del Río –que gobierna el panista Humberto Alonso Morelli– pidió que le cedieran la casa del compositor Agustín Lara y el balneario Mocambo, que están abandonados, mientras el gobierno municipal de Veracruz –que encabeza Fernando Yunes Márquez, hijo del mandatario estatal– solicitó la donación del auditorio Benito Juárez.