La investigación científica que se realiza en México produce conocimiento, pero no hay innovación. En el primer caso, se ubica en el lugar mundial 28 y el segundo en América Latina. En cambio, como creadores de productos novedosos que resuelvan problemas de la población, el país no existe en el escenario internacional, afirmó Guillermo Ruiz Palacios, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

Lo anterior es resultado, en parte, de que los investigadores sólo se conforman con publicar sus resultados, cuando debería existir los puentes para vincularse con la industria, señaló.

Cuando se establecen tales vínculos (medicina traslacional) se logran proyectos como el de la producción de medicamentos biotecnológicos contra veneno de alacrán, serpiente y araña, cuya investigación se realizó en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y lo produce a escala industrial, el laboratorio Silanes. El fármaco se vende en México, Estados Unidos, Europa, Africa y Asia, comentó Guillermo Funes Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.

Resaltó que Corea es el mejor ejemplo de los alcances de colaboración de ese tipo. En alrededor de 30 años pasó del lugar 80 al primero en innovación y desarrollo de tecnología.

El empresario también preside la fundación Innovación y Ciencia para el Desarrollo Empresarial (Incide), la cual está integrada por empresas nacionales y forma parte del Consorcio Nacional de Investigación en Medicina Traslacional e Innovación; desde este consorcio se busca promover la innovación entre los investigadores mexicanos y convertir sus desarrollos en nuevos medicamentos y tecnología, ya sea que ellos creen su propia empresa o establezcan alianzas con las firmas que es donde está el dinero, señaló Funes.

La UNAM, la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología promovieron la creación del consorcio y en 2017, durante la primera Feria Nacional de Investigación en Medicina Traslacional e Innovación logró identificar 30 propuestas de innovación, de las cuales cuatro ya están en el proceso de ser transferidas a la industria.

Ruiz Palacios explicó que dos proyectos son medicinas y están por iniciar las investigaciones clínicas con las que se comprobará su eficacia en el tratamiento de enfermedades infecciosas.