La consulta popular que se realiza para decidir sobre la ubicación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) desfigura la democracia participativa, pues no tiene reglas y se ha evidenciado que no cumple con uno de principios de la democracia moderna: una persona, un voto. Así lo consideran investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Como parte de una investigación sobre la democracia participativa, Roberto Duque, profesor de la Facultad de Derecho, realizó el viernes un ejercicio para comprobar si en esta consulta se cumplía el principio de que cada ciudadano podría votar una sola vez. Él pudo hacerlo en seis ocasiones, lo cual documentó en un video que subió a YouTube.

En entrevista, Duque planteó que tras comprobar que este principio no se respetó, los resultados de la consulta han quedado viciados.

Duque consideró que al tratarse de una consulta hecha por particulares, no hay reglas para nadie. En México tenemos leyes que rigen cómo se hacen las consultas populares; sin embargo, en esta ocasión se decidió hacer una al margen de la ley. Sin lugar a dudas, después de que hemos visto la terrible fragilidad del proceso y la falta de controles de la consulta, lo serio sería suspenderla, porque no tiene las garantías democráticas mínimas.

▲ Preparativos en el centro de participación ubicado frente al Hemiciclo a Juárez.Foto Roberto García Ortiz

El investigador planteó que es un error muy grande dejar de lado la base constitucional que siempre deben tener las consultas a la ciudadanía. El artículo 35 de la Constitución no debería estar de adorno.

Salvador Mora, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, dijo aparte que el modelo implementado para realizar la consulta genera muchas dudas por las fallas técnicas que vimos, la posibilidad de votar más de una vez, la falta de información sobre las casillas, la distribución geográfica de las mismas.

En su opinión, llamar a consulta es un ejercicio que requiere planeación y reglas. En la que estamos viendo no se ha llamado a la participación a la totalidad de los mexicanos, por ello no es una consulta popular, ni nacional, ni democrática.

Para Mora uno de los puntos más débiles de la consulta sobre el NAIM es que al no ser una consulta universal para la ciudadanía, genera un escenario altamente sospechoso sobre el resultado final.

El profesor planteó que las consultas a la población deberían realizarse en el proceso del diseño de las políticas públicas y no cuando éstas ya están en una fase avanzada de implementación, o, como en el caso del NAIM, cuando ya se está construyendo.