Sábado 27 de octubre de 2018, p. a12
La integridad, el compromiso social del reggae, el pegue del hip hop y la instrumentación del soul clásico.
Eso quería Lauryn Hill para su primer (y único) disco solista de estudio. Y lo logró.
Ahora cumple 20 años esa obra maestra, titulada The Miseducation of Lauryn Hill, y ella está de gira por Europa para festejar la impronta. Hoy recomendamos entusiastas ese disco.
Es un clásico.
Sobrevivió a la fiebre hip hop, a la fama reggae y flota sobre el soul clásico.
Es un disco exquisito, ameno, bailable, interesante. Socialmente comprometido.
Es un grito de libertad. Un himno feminista. Una loa a la emancipación femenina. Un hito.
It’s funny how money change a situation
misscomunication leads to complication
my emancipation don’t fit you equation
I was on the humble, you on every station
Lauryn tenía 22 años de edad, estaba embarazada y harta de los Fugees, el grupo que la consagró.
Escribió todas y cada una de las 16 piezas que conforman su disco/liberación. Tocó puertas. Sufrió rechazo. Insistió. Acertó.
Concibió el álbum como un todo conceptual. Tres temas: el amor, el amor y el amor. Es decir, el alma desde distintas perspectivas.
Comienza con el timbre/señal de inicio de sesiones en un salón de clases: el profesor pasa lista. Se escuchan nombres femeninos y las respuestas, voces de jovencitas: ¡presente! Pero cuando el profesor dice ‘‘Lauryn Hill” sólo se escucha el silencio.
El arte del teatro cobra vidaentonces.
Discurre el disco como un relato dramatúrgico: intensidades shakespereanas, interludios, divertimenti.
Los interludios remiten siempre al salón de clases, a los corredores de la escuela, las risas de los contertulios.
Reflexionan jovencitas acerca del amor, del estar enamorado. (I’ve never been in love like this before).
Marching marching marching marching to Zion
marching marching marching
(marching) beautiful beautiful Zion
la guitarra de Carlos Santana tiende alfombra voladora a la voz de Lauryn Hill, en sus enunciados marching marching marchig flotando, volando, suspirando, machacando con el punch ardiente del hip hop (marching) beautiful beautiful Zion, siendo Zion evidentemente una metáfora de la felicidad y la letra que escribió Lauryn Hill para esta pieza reproduce con dulce ironía el episodio bíblico de su concepción, su condición de ingrávida en estado de gravidez y su decisión como mujer libre de dar a luz a ese bebé, por cierto, hijo también de Rohan Marley, uno de los hijos de Bob Marley.
Disfruten esta bella pieza, To Zion, del disco de Lauryn Hill:
La mitad de este disco fue grabado en los estudios Tuff Gong de Jamaica.
El reggae suena no solamente por la dinastía Marley en la vida de Lauryn Hill. Ya en su consagración había perfeccionado el arte de la reinterpretación con una de las obras maestras de Bob Marley: No woman no cry, con sus antiguos compañeros The Fugees.
Ese grupo, The Fugees, surgió en 1989 de la mano de dos ciudadanos estadunidenses de origen haitiano: Wycleaf Jean y Pras Michel.
El nombre del grupo, The Fugees, es un bonito juego semántico: es el apócope de Refugees (refugiados) y es el nombre con el que se designaba a los inmigrantes haitianos en Estados Unidos, como un fuerte rechazo político.
Refugee Camp es uno de los éxitos más sonados de ese grupazo que conmocionó a la industria de la música. Su manera de abordar el hip hop fue más efectiva que quienes recurrieron a ese género por mero turismo. Como sabemos, el hip hop es una música callejera, insurgente, detonadora.
Sus temas son himnos libertarios, protesta, malestar en la cultura.
El grupo The Fugees puso a hervir el movimiento de lucha por los derechos civiles y sobre todo el movimiento de liberación de los negros, una continuación de las luchas de Malcolm X y los Panteras Negras.
A ese linaje pertenece Lauryn Hill.
Con The Fugees, Lauryn Hill conoció el stardome. Creció su fama con revisitaciones: la mencionada No woman no cry, de Bob Marley pero en especial su versión a un clásico que inmortalizó a Roberta Flack: Killing me softly (with his song):
Disfruten No woman no cry, de Bob Marley, con The Fugees:
Ahora deleitémonos con la versión de Lauryn Hill a la pieza que cantaba Roberta (la flaca) Flack:
El título del disco, The Miseducation of Lauryn Hill es también una declaración de principios.
Rinde homenaje a un libro clásico de la lucha del black power: The miseducation of the negro, publicado en 1933 por Dr. Carter G. Woodson (1875-1950) cuya tesis central consiste en exhibir el sistema de educación en Estados Unidos, cuya finalidad es el sometimiento de la comunidad negra, ante lo cual Woodson plantea en ese libro que nos convirtamos en autodidactas, ser nosotros mismos, para emanciparnos.
Lauryn Hill también rinde homenaje al libro autobiográfico The Education of Tony Carson, célebre por su versión fílmica.
El resultado: un disco/dinamita.
El maestro David Bowie definió este disco como ‘‘seminal”, ‘‘de esos que cambian todo lo que pensábamos era la música, para convertirse en un referente, una revolución”.
Así anunció David Bowie a Lauryn Hill en 1999, cuando fue multipremiada por este disco. Disfrútenla, en vivo:
El disco también es un homenaje a las dos grandes referencias de Lauryn Hill: Aretha Franklin y Nina Simone.
Con esas credenciales, Lauryn Hill hizo historia.
Siguió un procedimiento elegante, explosivo, impecable: la integridad del reggae, el pegue del hip hop y la instrumentación del soul clásico.
Y convirtió su disco, The miseducation of Lauryn Hill, en un clásico.