Debilidad del marco jurídico y corrupción han impedido a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) detener la edificación de niveles excedentes en 192 desarrollos inmobiliarios, así como la demolición de cerca de 400 pisos construidos de más pese a tener comprobadas violaciones flagrantes a la norma, señaló a diputados del Congreso local Miguel Ángel Cancino Aguilar.

Al comparecer el titular de la PAOT como parte de la glosa del informe de gobierno, ante la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático, explicó que en los últimos cinco años se han identificado 192 construcciones con excedente, por lo que se iniciaron igual número de expedientes, que en conjunto suman 392 pisos más, así como otras anomalías que afectan la calidad de vida de los vecinos.

Agregó que en 61 por ciento de esas obras los proyectos no contaban con registro de manifestación de construcción, es decir son absolutamente ilegales, no hay participación formal de un director responsable de obra (DRO), no hay ningún tipo de permiso, autorización o certificado.

Dijo que sólo han logrado realizar demoliciones en ocho construcciones, que suman 20 niveles construidos sobre los permitidos. Refirió que tienen 92 denuncias penales presentadas ante la Procuraduría, así como 21 acciones públicas ante el Tribunal de Justicia Administrativa de casos relevantes, como el que permitió detener el proyecto de BeGrand Universidad.

Hay muchos recovecos jurídicos que no nos permiten una actuación. Explicó que detectaron irregularidades en el desarrollo construido junto a la presa Anzaldo, en Periférico Sur 3042, colonia Jardines del Pedregal, así como en el proyecto Península, Desierto de Los Leones 5602, colonia Olivar de los Padres, en Álvaro Obregón, desde que se comenzaron a edificar.

Desafortunadamente los mecanismos que a veces tienen los particulares, los esquemas oscuros y también la corrupción a veces no nos han permitido avanzar con la detección oportuna de este tipo de cosas y creo que ahí sí hay mucho que hacer.

Cancino señaló que no deben quedar impunes casos emblemáticos como el de Península, donde hay una torre de 22 pisos en el que sólo está permitida una altura de cuatro, y el de Anzaldo, al que autorizaron nada más 10 y hay 15, además de siete subterráneos.