La Maison Rouge cierra sus puertas en París
o frecuente es que en Europa se abran al público nuevos museos y centros culturales de muy diversa índole. También cierran. Como la Maison Rouge, en París, que este fin de semana dice adiós definitivo luego de 14 años de existencia y ser lugar de referencia en el mundo del arte.
La Casa Roja comenzó a funcionar en 2004, en una antigua fábrica cerca de la Plaza de la Bastilla, gracias a la visión y el apoyo financiero de An-toine de Galbert, empresario de Grenoble, gran promotor del arte contemporáneo. Su idea: exhibir allí las colecciones y obras de los creadores del llamado arte ‘‘modesto’’, Brut, y que, pese a su calidad y originalidad, no tiene cabida en los grandes museos y galerías.
Y lo hizo desde su primera exposición: Lo íntimo: el coleccionista detrás de la puerta. Luego vendrían 130 más.
Por eso La Casa Roja ha sido el lugar ideal para dar a conocer las colecciones particulares y obra de numerosos creadores sobre los más variados temas. Como Muñecas negras o Bajo influencias, en la que se mostró la relación entre los artistas y los sicotrópicos.
Ahora dice adiós con una exposición L’envol (El vuelo), sobre el sueño de volar que acompaña al hombre desde hace siglos.
La integran 200 obras de arte moderno, contemporáneo y etnográfico. Incluye instalaciones, documentos, películas, dibujos, pinturas y esculturas procedentes de 35 países.
Comienza con un extracto de Roma, de Federico Fellini, y El viaje a la Luna, de los hermanos Lumière, y concluye con una vistosa colección de muñecos de Supermán de Hervé Di Rosa. Se extraña la ausencia de los voladores de Papantla.
Antoine de Galbert dice que cierra la Maison Rouge por ‘‘la ausencia de un futuro a largo plazo’’ para ella; por la sensación de que no podría hacerlo mejor en los años venideros, porque cuando la creó supo que era ‘‘Libre para abrir y libre para cerrar’’. Mas todo indica que el motivo principal es el déficit financiero y la falta de apoyo las instancias oficiales.