La Ciudad de México vive una crisis en materia de seguridad, la cual se refleja en un aumento de homicidios dolosos, feminicidios, extorsión, violación, trata de personas y narcomenudeo, así como robos con violencia, a casa-habitación y otros, informó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.

De acuerdo con su reporte de incidencias delictivas correspondiente al tercer trimestre del año, por demarcaciones Cuauhtémoc es un foco rojo al ocupar el primer lugar en la comisión de seis de los 12 delitos que se analizan.

En Tláhuac, sin embargo, se registra un incremento sostenido de los delitos, al enfocarse los esfuerzos de las corporaciones policiacas a detener o abatir al capo y no a desmantelar las organizaciones delictivas, pues se atienden los síntomas, no la causa, expuso.

La entrada ilegal de 230 mil armas cada año, principalmente por la frontera norte del país, que “es una brutalidad –destacó–, nos ha llevado a vivir una crisis de violencia en la década reciente, pues 68 por ciento de los homicidios se cometen con arma de fuego.

No obstante, la solución no está en la militarización de las corporaciones, que es el error cometido en el país, sino en su profesionalización, pues es muy fácil que una entidad se descomponga, y como ejemplo están los casos de Colima y Quintana Roo, afirmó.

En conferencia de prensa, reconoció que hoy se vive la peor crisis de homicidios dolosos, con un crecimiento de 18.3 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, que es la segunda tasa más alta desde hace 22 años, y se refleja en cuatro casos diarios.

Además, se tiene la tasa más alta del sexenio en robo con violencia, ubicándose la Ciudad de México en el primer lugar a escala nacional, ante su recrudecimiento en los pasados dos años; mientras en robo a transeúnte ocupa el segundo lugar, y a negocio, el tercero.

La violación, sin embargo, fue el delito que más aumentó, 230 por ciento, y se reportó la tasa más alta de robo a casa-habitación durante este sexenio, concentrándose la incidencia delictiva en Cuauhtémoc, Benito Juárez y Venustiano Carranza.

Los casos de feminicidio, por su parte, aumentaron 69.1 por ciento, el de extorsión, 4.2; trata de personas, 103. 6, y otros robos –donde se integró el de celulares– 9.1, pero advirtió que “no se logrará combatir este ilícito de no incorporarse a la categoría correspondiente, pues se mantendría en una bolsa oscura.

El narcomenudeo mostró un crecimiento de 95.6 por ciento, pero se mantiene al alza, sobre todo en Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero, que concentran 68 por ciento de las carpetas de investigación, aunque en Benito Juárez aumentó 313.3 puntos porcentuales.

La comisión de este delito deriva en otros hechos ilícitos, como homicidio, robos, extorsión y todos los delitos violentos, por lo que la sensación de seguridad sigue siendo un reto para las autoridades capitalinas, cuyos esfuerzos no deben centrarse sólo en la imposición de penas, señaló.

Mencionó que con las estadísticas delictivas no se busca evaluar a un gobierno, sino que sea capaz de resolver los ilícitos, mediante la construcción de inteligencia.