Martes 23 de octubre de 2018, p. 22
Guadalajara, Jal., La apertura del sector energético al capital privado, promovida por el presidente Enrique Peña Nieto y avalada por el Congreso, no es la responsable de la caída en la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex), aseguró Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía.
La contracción del gasto, dijo, fue el resultado de la sostenida caída de los precios internacionales del crudo, que forzó a todas las petroleras del mundo a ajustar sus presupuestos.
Defendió la legalidad de los contratos de licitación de campos petroleros, en los que han participado Pemex y empresas privadas, y aseguró que cualquier asomo de corrupción hubiera matado la reforma energética
. Hasta ahora, sostuvo, no hay una sola impugnación de los perdedores, lo que da idea de la transparencia con que se realizó el proceso.
Más que revertirse, la reforma energética debe ser profundizada, al punto de llevar una parte minoritaria del capital de Pemex a la Bolsa Mexicana de Valores, reducir el monto de impuestos que la petrolera paga al fisco y dotarla de autonomía presupuestal, planteó.
La caída de los precios internacionales del petróleo, iniciada a mediados de 2014, cuando ya había sido propuesta la reforma energética, provocó una baja de 75 por ciento de los ingresos de Pemex. Ese retroceso en el precio de la mezcla mexicana, apuntó, es el mayor registrado este siglo, añadió Joaquín Coldwell al participar en la decimosexta edición del foro México Cumbre de Negocios.
En las pasadas dos semanas el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que la reforma energética promovida por Enrique Peña Nieto ha resultado un fracaso, dado que no ha producido un barril adicional de petróleo.
Sin hacer referencia directa a la crítica del mandatario electo, Joaquín Coldwell expuso que la caída del precio internacional del petróleo causó una baja importante de la inversión de Pemex en exploración, en un monto cercano a 100 mil millones de pesos en años recientes.
El recorte, añadió, obligó a suspender muchos procesos, porque, particularmente en el caso de extracción y producción, la baja del gasto fue de 57 por ciento.
Para frenar el declive de la producción de petróleo –que ha caído de 2.5 millones a 1.8 millones de barriles diarios entre 2013 y este año–, México necesita invertir más de 600 mil millones de dólares en las siguientes dos décadas, expuso el funcionario al citar cifras de la Agencia Internacional de Energía.
Durante su intervención en el foro, el funcionario consideró legítimo
que el nuevo gobierno haga una revisión de los contratos que hasta ahora han sido asignados para la explotación de campos petroleros como parte de la reforma energética.
La revisión, apuntó, debe hacerse en un lapso razonable, porque no se puede tener a las empresas en un periodo indefinido de espera y, al mismo tiempo, exigirles que aumenten la producción.