Guanajuato, Gto., En el imaginario colectivo contemporáneo de Occidente, los Balcanes es un vertedero de basura de Europa, oscuro e inaccesible; es una periferia salvaje, un apéndice sobre el cuerpo occidental y en larga historia de la palabra escrita sobre la identidad europea, en particular, en la segunda mitad del siglo XIX. Es su parte más problemática y primitiva.

La anterior reflexión es de Dino Mustafic, director del Festival Internacional de Teatro Mess, quien no pudo viajar de Belgrado a México para participar en una conferencia dentro del programa académico de la edición 46 del Festival Internacional Cervantino; sin embargo, envió un texto que se leyó en el Museo Iconográfico del Quijote.

En el documento, Mustafic, quien es graduado de la Academia de Artes Escénicas de Sarajevo, explicó: ‘‘los Balcanes es visto como el lugar del eterno incompleto, permanente inestabilidad y míticos conflictos, donde las reglas son diferentes al mundo occidental, por lo que jamás podrá alcanzarlo. Está marcado por la identidad oriental y asiática y otros elementos de la imaginación, habitado por el eterno salvaje, bárbaro, bizantino, turco”.

Las palabras del director teatral ayudaron al público a entender un poco más las obras que se presentaron en la segunda semana del festival, pues participaron compañías como Teatro Mladinsko con ¡Maldito sea el traidor a su patria! y Scene Mess con ¿Qué es Europa? Un ritual de guerra, propuestas escénicas del bosnio Oliver Frjlić y el húngaro András Urbán, que abordan el conflicto bélico en la ex Yugoslavia.

Construir identidad colectiva en Europa

Dino Mustafic aclaró que ‘‘lo Balcánico es una de las características distintivas fundamentales en la construcción de la identidad colectiva europea. Los Balcanes salvajes, violentos y bárbaros son necesarios para que la educada, pacífica y civilizada Europa establezca y luego vuelva a confirmar la imagen de sí misma. Por tanto, la visión negativa y fatalista de los Balcanes probablemente durará mientras Europa la necesite para definirse”.

El artista explicó, en el texto, que la construcción de los ‘‘otros como un enemigo de los Balcanes se desarrolló a través de instituciones culturales oficiales, en escritos y acciones de luchadores culturales, intelectuales, escritores, artistas, directores, historiadores, editores de medios, periodistas (…) En los oasis culturales del espíritu, aparentemente alejados de los armarios o frentes políticos, se han diseñado narrativas esencialistas”.

Respecto de las obras de Frjlić y Urbán dijo que son ‘‘extremadamente importantes porque deconstruyen los seudónimos y desmontan las identidades nuevas y falsas que querían escapar de los Balcanes en nosotros; lo bello y lo feo, los elementos inseparables de cualquier complejo de identidad”.

En la conferencia Los Balcanes imaginarios: identidad y recuerdos participaron el director artístico Giorgio Ursini, italiano-bálcanico, Oliver Frjlic y András Urbán; hablaron sobre los montajes que se presentaron en el Cervantino.

Como parte del programa de los Balcanes, el músico Damir Imamovic y su banda Sevdah Takht ofrecieron un concierto en la ex Hacienda de San Gabriel de Barrera.