La caravana de migrantes procedente de Honduras pone de manifiesto una crisis humanitaria y el reto complejo que tienen los países de la región para atender el fenómeno de la migración, en un contexto donde los indocumentados no han logrado entender que el llamado sueño americano ya no es un escenario asequible, afirmaron académicos y especialistas.

Rafael Alonso Hernández López, coordinador del doctorado en estudios de migración del Colegio de la Frontera Norte (Colef), explicó que los países del llamado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), junto con México y Estados Unidos, han discutido estrategias de largo plazo para atender las causas que motivan la migración; sin embargo lo que tenemos en Centroamérica es una situación verdaderamente dramática que necesita acciones inmediatas.

En entrevista, explicó que hay un amplio sector de la población centroamericana que está dispuesta a marcharse de sus lugares de origen hacia Estados Unidos o México, pues en sus países no encuentran condiciones económicas, políticas y sociales para tener una vida con entornos mínimos de dignidad.

Frente a este movimiento masivo existen pocas condiciones para atender a sus miembros de manera expedita y ello impone un reto de gran magnitud para las instituciones; sin embargo, ello no quiere decir que los gobiernos dejen de generar capacidades y acciones para atenderlos.

En tanto, Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redlamyc), destacó que la violencia no es la vía para que esta realidad migratoria cambie.

Resaltó que desde hace cuatro años la Redlamyc ha subrayado la necesidad de construir un mecanismo trasnacional de protección para la niñez migrante que se elabore partiendo de las necesidades regionales.

De su lado, Fernando Neira Orjuela, especialista del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, advirtió que las posibilidades de concretar el sueño americano se acabaron hace ya una década, pero los migrantes no han logrado entender que ahí ya no hay posibilidades de alcanzar ese futuro que tanto nos venden.

En Centroamérica, dijo el experto en migración, no hay una posición seria de los gobiernos para arreglar la situación de pobreza, desigualdad y violencia estructural de su población, que con el paso de las décadas ha ido empeorando.