Caracas. Venezuela cuestionó este sábado las acusaciones contra un grupo de empresarios mexicanos que provee alimentos a un programa creado por el presidente Nicolás Maduro ante la escasez, al considerarlas un atropello y un intento de obstaculizar los esfuerzos del gobierno para superar la crisis.

El programa CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), mediante el cual se venden alimentos subsidiados a los venezolanos, ha estado bajo investigación por denuncias de corrupción y especulación.

En México, la Procuraduría General de la República sancionó a empresas que vendían alimentos a Venezuela, supuestamente con sobreprecio y de baja calidad, y se ordenó a los acusados pagar 3 millones de dólares al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Consideramos este atropello contra empresarios mexicanos uno más de los múltiples intentos de obstaculizar los denodados esfuerzos del gobierno Bolivariano para derrotar la guerra económica contra nuestro pueblo, señaló un comunicado que el canciller venezolano, Jorge Arreaza, subió la noche del viernes a su cuenta de Twitter.

Venezuela repudia toda acción que justifique... las medidas unilaterales y coercitivas contra nuestra economía, y provoque caos en nuestro país sobre la base de negarle a la población venezolana el acceso a alimentos, medicinas y bienes básicos, agregó.

Maduro lanzó en el 2016 el CLAP, pero analistas y opositores aseguran que ha sido utilizado como un mecanismo de control social, pues la población beneficiaria tiene que registrarse y cumplir con cierto requisitos. Una gran parte de los alimentos y productos que son embalados en cajas, con los logos del CLAP, provienen de México.

Las empresas mexicanas se comprometieron a no realizar nuevas transacciones comerciales con el gobierno venezolano.