El cineasta presentó el filme Fahrenheit 11/9 en el Festival de Cine de Roma
Domingo 21 de octubre de 2018, p. 7
Roma. Estados Unidos podría vivir con el presidente Donald Trump los últimos tiempos de la democracia, advirtió el realizador Michael Moore, al presentar en el Festival de Cine de Roma su documental Fahrenheit 11/9.
Con Trump podríamos estar viviendo los últimos tiempos de la democracia, tal y como la hemos conocido hasta ahora
, afirmó el cineasta en un encuentro con público y prensa, en una abarrotada sala del auditorio de la capital italiana, principal sede del festival.
Dijo no saber lo que ocurrirá en las elecciones legislativas de noviembre, en las que los estadunidenses renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, pero llamó a sus compatriotas a acudir en masa a las urnas, pese a la desmoralización
que cunde entre las filas del Partido Demócrata.
Fahrenheit 11/9, que se estrenó mundialmente el mes pasado en el Festival de Cine de Toronto, resalta que la llegada de Trump a la Casa Blanca es resultado de un sistema corrupto y no solamente compara al mandatario con Adolfo Hitler, sino también hace una demoledora crítica contra su predecesor, Barack Obama.
Se trata de un documental impresionante y al mismo tiempo, pese a una primera parte llena de desesperanza, constituye un urgente llamado a la acción para enfrentar la emergencia
.
Si Trump tiene éxito y gana nuevamente las elecciones en 2020, estará en el poder hasta 2025, el tiempo suficiente para destruir la democracia
, advirtió el realizador en el encuentro con la prensa y el público.
El título del documental hace referencia al filme más taquillero de Moore, Fahrenheit 9/11 (sobre George W. Bush y la guerra contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001), pero fundamentalmente al 9 de noviembre de 2016, fecha en que Trump fue proclamado ganador de las elecciones.
El objetivo de la historia es responder a cómo fue posible que un payaso
llegara a la Casa Blanca y en el encuentro con los medios, Moore no dudó en culpar al establishment estadunidense.
La izquierda es también en parte culpable porque durante años ha tenido una agenda de centro, ha querido evitar presentarse como verdaderamente socialista y de izquierda
, anotó.
En el documental, Moore culpa igualmente al Partido Demócrata, cuya dirigencia contravino la decisión popular e impuso como su candidata a Hillary Clinton, pasando por encima del preferido, Bernie Sanders.
El filme también ironiza sobre el hecho de que, en última instancia, fue la cantante Gwen Stefani la responsable de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Fue ella, quien como jurado del programa televisivo The Voice ganaba más que Trump en su reality show, The Celebrity Apprentice, la que llevó al actual mandatario a presentarse como candidato a las presidenciales y así demostrar su alta popularidad.
En el filme Moore recorre el país para hablar no solamente del trumpismo, sino también de la ola azul de candidatos progresistas para las elecciones legislativas de noviembre próximo, de las protestas estudiantiles tras las matanzas con armas de fuego en Parkland, Florida, o de las huelgas de maestros.
Críticas a Obama
Asimismo, hay una parte dedicada a la crisis del agua en la ciudad de Flint, Michigan, y Michael Moore aprovecha para atacar a Barack Obama, quien todavía como presidente llegó a esa urbe y, en vez cerrar un acueducto que transportaba veneno, trató solamente de calmar la indignación simulando beber el líquido.
El resultado de esa visita fue la desilusión entre la población de Flint y el aumento del abstencionismo electoral en Michigan, donde Clinton perdió los comicios.
En una de las partes más polémicas, Moore compara a Trump con Hitler e incluye montajes de imágenes del dictador con la voz del presidente estadunidense.
El cineasta explicó que su intención era mostrar lo sucedido en Alemania, que en los años 30 era una democracia liberal, un país culto y avanzado en el que en muy poco tiempo todo se fue por la borda y se abrieron las puertas a Hitler.
Ante la prensa y el público, Moore atacó igualmente al gobierno italiano y acusó al ministro del Interior, viceprimer ministro y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, de ser intolerante y racista.