Riad. Arabia Saudita confirmó este viernes que el periodista Jamal Khashoggi, desaparecido desde el 2 de octubre, efectivamente fue asesinado dentro del consulado saudita en Estambul y anunció el despido de dos altos funcionarios considerados responsables del incidente que tensó las relaciones entre Riad y Occidente.

Un comunicado de la fiscalía saudita informó que presuntamente hubo una pelea entre Khashoggi y las personas con las que se reunió dentro del consulado en Estambul, lo que derivó en el fallecimiento del colaborador del diario estadunidense, The Washingtom Post.

Las investigaciones aún están en curso y 18 ciudadanos sauditas han sido arrestados, indicó el comunicado de la autoridad saudita, que agregó que el asesor de la corte real, Saud al-Qahtani y el subjefe de inteligencia Ahmed Asiri fueron despedidos de sus cargos.

Esta es la primera vez que el reino admite la muerte de Khashoggi, desde su ingreso a la sede diplomática de Arabia Saudita en Estambul para realizar trámites para su futura boda.

Desde Scottsdale, Arizona, Trump dijo a periodistas que era demasiado pronto para decir cuáles podrían ser las consecuencias del incidente, pero destacó que el Congreso estadunidense estará involucrado en la definición de la respuesta de su país.

Por la noche, Trump calificó de inaceptable lo ocurrido y anunció que discutirá el tema con el príncipe heredero de Arabia Saudita y reiteró que Riad es un gran aliado de Washington, necesario para contrarrestar la influencia de Teherán en la zona.

En este contexto, el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres se dijo profundamente preocupado por la confirmación de Arabia Saudita de que el periodista murió en el consulado del reino en Estambul, y exigió una investigación exhaustiva y transparente.

Por su parte, Turquía negó haber compartido con Estados Unidos grabaciones que supuestamente documentan el asesinato de Khashoggi en el consulado saudita, aunque el periódico oficialista turco Yeni Safak publicó fragmentos del supuesto audio, en el cual sus torturadores le cortaron los dedos durante un interrogatorio, que salió mal.