Moscú. La masacre en un centro de formación técnica de Crimea –con al menos 19 muertos y más de 50 heridos– estremeció este miércoles Rusia, sin que se sepan aún los motivos del atacante, uno de los alumnos de 18 años de edad, mientras el Comité de Instrucción, a cargo de los crímenes de mayor relevancia, sigue varias líneas de investigación, entre ellas la de problemas mentales del agresor y, con menos probabilidad de ser cierta, la de un atentado por motivos políticos.

Identificado como Viacheslav Rosliakov, por las imágenes de las cámaras de seguridad, el presunto autor de la matanza ingresó a la escuela con un arma de fuego, cuyo permiso obtuvo apenas en septiembre, y un artefacto explosivo de fabricación casera, que dejó abandonado en la cafetería durante un recreo y lo hizo estallar, a distancia, cuando la sala se encontraba llena de estudiantes y profesores.

Tras activar la bomba, las imágenes muestran a Rosliakov caminando por los pasillos del edificio disparando a cuanto se cruzaba en su camino hasta llegar a la biblioteca, donde se mató de un tiro en la cabeza.

Imágenes de la fachada de la escuela después de la explosión –dadas a conocer por el portal noticioso Kerch.fm– mostraron destruidas por completo las ventanas de la planta baja del edificio de dos pisos. Poco más tarde, aparecieron en la red videos con numerosos carros blindados y efectivos de la Guardia Nacional que rodearon el centro de estudios.

En las primeras horas, el testimonio de la directora del centro, Olga Grebennikova, quien no estaba en el edificio cuando se cometió el ataque, generó confusión al declarar que un grupo de hombres armados detonó una bomba y entró al edificio disparando a cualquiera que tuviera adelante, versión que hizo suya el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia al informar que podría haber más de un agresor.

El Comité de Investigación salió al paso de los rumores al precisar que todo apunta que hubo un solo atacante y que, con mayor probabilidad, no se trata de un atentado terrorista, sino de un asesinato masivo cometido por un individuo.

El presidente Vladimir Putin, quien estaba reunido con su colega egipcio, general Abdelfatah Al-Sisi, expresó sus condolencias a las familias de quienes perdieron la vida en Kerch y prometió hacer todo lo que esté a su alcance para salvar a los heridos.

Los hechos ocurrieron en el puerto de Kerch, entre el mar de Azov y el mar Negro, que adquirió importancia estratégica tras la anexión de la península en 2014, al unir Crimea con el resto del territorio de Rusia, mediante un puente de 19 kilómetros que la enlaza con la ciudad rusa de Krasnodar.