Jueves 18 de octubre de 2018, p. 7
El juicio contra el cineasta ruso Kirill Serebrennikov empezó ayer en Moscú con una audiencia a puerta cerrada, más de un año después de que se le dictó detención domiciliaria, luego de que fue acusado de desvío de fondos en un caso que él juzgó absurdo
.
Serebrennikov está acusado de haber malversado 133 millones de rublos (1.7 millones de euros) de subvenciones públicas destinadas a su teatro moscovita mediante un sistema de presupuestos y facturas infladas entre 2011 y 2014.
En julio, cuando se prolongó su detención domiciliaria, el cineasta de 49 años declaró que una sola palabra –absurdo
– podía resumir este caso y aseguró que ese dinero había servido para crear obras.
La primera audiencia pública se fijó para el 25 de octubre. Los abogados de Serebrennikov pidieron que se permita comparecer como testigos a las 400 personas que colaboran en su proyecto teatral y se suspenda la detención domiciliaria, pero las peticiones fueron rechazadas.
Lo principal es que la gente que no representa ningún peligro para la sociedad pueda trabajar
, declaró a la prensa uno de los abogados.
Embargo de bienes y prisión domiciliaria
Serebrennikov fue detenido la noche del 21 de agosto de 2017 y puesto en prisión domiciliaria cuando se encontraba en pleno rodaje de un filme en la ciudad de San Petersburgo.
Cuatro meses después, la justicia rusa ordenó el embargo de sus bienes y activos, principalmente su departamento y su automóvil. Varios de sus colaboradores también fueron investigados por este caso.
Para sus seguidores, Serebrennikov está pagando el precio del auge de los valores más conservadores en Rusia, donde los artistas se ven enfrentados a una presión cada día más fuerte.
Sin oponerse abiertamente al presidente ruso, Vladimir Putin, Serebrennikov criticó en varias ocasiones esas presiones, mientras sus obras –que abordan la política, la religión o la sexualidad– suelen ser criticadas por los militantes ortodoxos o las autoridades.
La detención impidió a Kirill Serebrennikov asistir en mayo al festival de cine de Cannes, donde su película Leto (El verano) fue presentada en concurso.