En el Día Mundial de la Alimentación, Greenpeace recomendó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, proteger el maíz nativo con modificaciones a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y ser cauteloso con nuevas tecnologías, como la geoingeniería climática y la biología sintética.

Asimismo, Greenpeace pidió en un documento que entregó ayer en la casa de transición, impedir durante al menos tres sexenios la ratificación de funcionarios que han estado al servicio de los intereses de las empresas agrotrasnacionales antes que a los de la ciudadanía.

Mencionó a los titulares del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Enrique Sánchez Cruz; de la Comisión de Evidencia y Manejo de Riesgos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Rocío Alatorre, y la encargada de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de OGM, Sol Ortiz García, quien podría asumir un cargo en la dirección general de Atención al Cambio Climático de la Subsecretaría de Agricultura y es señalada por comunidades mayas de Campeche de violar los derechos indígenas en el contexto de la consulta sobre el permiso de soya transgénica.

Los activistas recordaron ayer que en su momento Greenpeace denunció el nombramiento de Víctor Villalobos como futuro secretario de Agricultura, pues fue uno de los promotores de la ley de bioseguridad, también conocida como ley Monsanto, y se comprometieron a observar la actuación de los citados.

Asimismo, demandaron que haya etiquetado obligatorio de OGM para consumo humano, contar con zonas libres de eos productos y decretar la eliminación progresiva de 183 plaguicidas altamente peligrosos.

Asimismo, entregaron un cuadro con la imagen del dios del maíz, como reconocimiento a López Obrador por comprometerse a proteger el maíz nativo, con la prohibición de la siembra e introducción de especies genéticamente modificadas.