La gran mayoría de los miles de casos de desaparición que ocurren en México simplemente no son investigados por las autoridades supuestamente encargadas de hacerlo, tanto por falta de voluntad política como de capacidad institucional, señaló Lucía Díaz Genao, coordinadora del colectivo de familiares Solecito de Veracruz.

Ayer, al recibir el Premio Notre Dame 2018, que otorga anualmente dicha universidad estadunidense, la activista –cuyo hijo Guillermo Lagunes fue desaparecido en 2013–resaltó que el drama de la violencia en el país se extiende porque las autoridades no son capaces de realizar su trabajo adecuadamente.

“Nos damos cuenta que los agentes del Ministerio Público y fiscales –con excepciones honrosas– no cuentan con tecnología ni conocimientos en investigación, que tienen un conocimiento vago de leyes, y de derechos humanos prácticamente nada, además de que muchos son corruptos, ineptos y que, en su mayoría, tampoco tienen voluntad” para investigar, denunció.

Tras recibir el galardón de manos del presidente de la Universidad de Notre Dame, John I. Jenkins, Díaz Genao relató el peregrinar infructuoso y atroz que emprenden las madres de miles de desaparecidos al denunciar sus casos en oficinas de gobierno, donde se amontonan expedientes intocados, polvorientos, testigos mudos del abandono y la indiferencia de las autoridades.

Presente en la ceremonia, el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, saludó la decisión de otorgar el premio Notre Dame a las integrantes de Solecito de Veracruz, al que calificó como protagonista del movimiento más esperanzador que tiene el país.

Durante su intervención, el funcionario consideró positivo que el próximo gobierno se plantee el objetivo de iniciar un proceso de justicia transicional, pero subrayó que para dar buenos resultados, dicho camino debe colocar los derechos, opiniones y necesidades de las víctimas en el centro, y estar precedida de una consulta amplia con otros actores relevantes de la sociedad civil y la academia.