La próxima Secretaría de Cultura solicitó a Morena en la Cámara de Diputados un presupuesto de 16 mil 954 millones para el próximo año, 4 mil millones más respecto de 2018, y anunció la restructura de la dependencia, así como 2 mil millones adicionales para los nuevos programas Cultura comunitaria y Misiones culturales.

En un documento entregado a la bancada, Alejandra Fraustro también anunció que se asignará un gasto extraordinario de mil millones de pesos para el rescate de los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Bellas Artes (INBA), que están en quiebra técnica por los recortes.

Con esos fondos se busca comenzar a atender los graves problemas laborales en el sector –rubro que representa un déficit de mil 112.4 millones de pesos– y dar mantenimiento a la infraestructura cultural en riesgo por el abandono de los pasados sexenios. Explicó que el gobierno de Enrique Peña Nieto inició en 2013 con un presupuesto de 17 mil 100 millones a cultura, que se redujo anualmente.

Refirió que en 2014 bajó a 14 mil 693 millones, y que si bien el siguiente año se incrementó, sólo llegó a 15 mil 362; mientras, en 2016 el gasto en cultura aprobado por el Congreso volvió a reducirse, a 15 mil 254 millones.

El recorte más drástico se registró en 2017, cuando cayó a 12 mil 428 millones de pesos, y para este año apenas se incrementó a 12 mil 916 millones.

Explicó que la principal reducción que se reportó en el presupuesto de 2017 se registró en el programa S268, Apoyos a la cultura, que pasó de mil 978.2 millones de pesos –en 2016– a 150 millones de pesos en el rubro Ciudades patrimonio.

Anunció que los programas culturales se diseñarán a partir de las necesidades del territorio, no desde un escritorio, porque actualmente la oferta cultural está centralizada, existe una burocracia extensa y con duplicidades, e incluso desarticulación con otras áreas de gobierno.

Cuestionó que si bien el país cuenta con la infraestructura cultural más vasta del continente, persiste un binomio vergonzoso.

Porque, resaltó, las comunidades con mayor pobreza son las que poseen mayor riqueza cultural. La acción cultural no llega de manera sistemática a las comunidades, aunque son lugares con una gran riqueza cultural fundada en su forma de ver el mundo, expuso.

En el diagnóstico sobre los pueblos indígenas y la cultura, refirió que en México existen 68 lenguas indígenas con 364 variantes de dialecto, esto es, se trata del país con el lugar cinco en diversidad lingüística a escala mundial.

Aún así, alertó que 34 lenguas están en riesgo de desaparición, además de que persiste la pobreza extrema y altos niveles de marginación en 72 por ciento de la población indígena.

Incluye una propuesta de programas estratégicos, con objeto de lograr la redistribución de la riqueza cultural del país.

Por ejemplo, considera la figura de misiones culturales, que el patrimonio material esté a cargo del INAH y del INBA, así como integrar circuitos culturales permanentes.

También considera un rubro de Cultura comunitaria y para la paz, con objeto de acercar las artes a los mexicanos desde la primera infancia, instituir semilleros culturales y lograr la recuperación afectiva de los espacios públicos.

El proyecto prevé estímulos a la creación, impulso a las industrias culturales y empresas creativas, así como una nueva política de derechos de autor.