Domingo 14 de octubre de 2018, p. 11
Registros de la Secretaría de Go-bernación refieren que Iztapalapa, en Ciudad de México, y Ecate-pec, en el estado de México, son las demarcaciones en las que habita el mayor número de agresores sexuales en el país.
Respecto de la violencia de género, la investigadora Elena Azaola, una de las voces internaciona-les más prestigiadas en éste y otros temas de derechos humanos, señaló que los feminicidios son un problema creciente en todo el país porque no se atendie-ron los problemas de descomposición social.
Mapean incidencia delictiva
Datos obtenidos de los expedientes judiciales y sicológicos de instancias como la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) señalan que además de los agresores sexuales, en esas zonas también habitan personas que han purgado condenas o que han obtenido su libertad por procesos relacionados con secuestros, narcomenudeo y otros delitos considerados graves, sin que exista un seguimiento de su comportamiento, debido a que la ley no establece ninguna posibilidad para ello, refirieron las autoridades consultadas.
Registros oficiales indican que los datos se han compartido con corporaciones estatales y municipales mediante la Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública; sin embargo, la información proveniente de trabajo de inteligencia no es tomada en consideración a pesar de que la incidencia delictiva se ha mapeado.
Los funcionarios consultados señalaron que las identidades de quienes han sido considerados agresores sexuales en diversas zonas del país, del estado de México y demarcaciones de Ciudad de México, han sido obtenidas de la información que cada interno o persona sujeta a proceso penal ha proporciona-do a las autoridades con respecto a sus domicilios y actividades.
En tanto, Erubiel Tirado, especialista en temas de seguridad y docente de la Universidad Iberoamericana, refirió que “en nuestro país la seguridad, particularmente la de género, presenta fallas severas no sólo en el tema de prevención, sino también en el de justicia.
La fenomenología de brutalidad en Ciudad Juárez no ha terminado y las investigaciones han demostrado que ocurre igual en Ecatepec y otras zonas; se trata de una cuestión estructural que no ha sido atendida y que impacta en el sistema de prevención, persecución de los delitos y de falla en la aplicación de la justi-cia
, señaló.