Miércoles 10 de octubre de 2018, p. 13
En un año el número de migrantes que ven a México como país de destino se duplicó, al pasar de 13.67 por ciento en 2016, a 28.51, un año después, señala la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem), integrada por 23 casas, albergues y centros de apoyo a migrantes.
En su informe El Estado indolente. Recuento de violencia en las rutas migratorias y perfiles de movilidad en México, presentado en la Universidad Iberoamericana, la red estima que esta opción de los migrantes se debe en gran parte a las medidas radicales e inhumanas
adoptadas por el gobierno del presidente Donald Trump, de cerrar la frontera de Estados Unidos, con mayor presencia militar y tecnológica, que se traduce en miedo mediático y efectivo contra personas migrantes latinas.
Aun con estas medidas, el vecino país sigue siendo el destino final al que aspiran llegar más de la mitad de los migrantes encuestados, con 55.3 por ciento de ellos. Sin embargo, mientras estas condiciones prevalezcan, México seguirá apareciendo, en aumento, como segundo país de destino de las personas migrantes, dice el informe 2017.
En las 194 cuartillas que integran el reporte –que realizan anualmente desde 2013– la Redodem evidencia que la política migratoria mexicana criminaliza, persigue y viola sistemáticamente los derechos humanos de la población que transita por el territorio nacional.
Los datos contenidos en el informe, que provienen directamente de las 28 mil personas migrantes que durante 2017 han acudido a cada uno de los espacios que integran la Redodem, se presenta de manera desagregada en perfil sociodemográfico, género, país de origen, rango de edades, niños, niñas, niños y adolescentes no acompañados, y escolaridad, entre muchas otras categorías.
Además, presenta una radiografía de la violencia, los principales delitos de los que son víctimas los migrantes y los perpetradores, e incluso por zonas geográficas, por lo que el informe representa una fuente de análisis importante para entender la recepción migratoria que vive el país.
De esta forma, el informe confirma lo que ya se había observado desde 2016, de que el despliegue de fuerzas armadas del Estado o, incluso por la presencia de seguridad privada en la ruta del tren, ha provocado que los migrantes y solicitantes de protección internacional de asilo se vean obligados a diversificar su medio de transporte y rutas, por lo que cada vez es más frecuente verlos en entidades por donde antes no pasaban.
El informe, que contó con apoyo del Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, fue presentado por representantes de diversas casas, albergues y centros de apoyo a migrantes.