Las obras del activista y artista callejero Banksy aumentarán su precio luego de la autodestrucción de su icónica Niña con globo rojo el pasado viernes al concluir una subasta en Sotheby’s de Londres, sostuvo un especialista.

Según The New York Times, el galerista británico Offer Waterman estimó que ese trabajo aumentó su valor después de la destrucción. ‘‘Vale más como un momento conceptual que como una obra de arte en sí misma”.

Para el corredor de arte Waterman, quien cree que Sotheby’s no tenía conocimiento de la treta, ‘‘fue un truco de relaciones públicas brillante” y previó que en general las obras de Banksy elevarán sus precios, según ese rotativo.

El artista difundió un video en la red Instagram que muestra el momento exacto en que las personas en la sala de remates se dieron cuenta de que la pintura era fragmentada. Mientras se escuchan aplausos, la obra comienza a deslizarse y ser convertida en tiras por una trituradora oculta en el marco.

La mujer más cercana al cuadro voltea a verlo cuando comienza la destrucción, sigue con la cabeza el recorrido de la pieza pero nada dice ni hace más que continuar una llamada telefónica hasta que alguien reclama atención: ‘‘¡Hey, hey!” Las personas a su alrededor miran: abren los ojos con estupor, alguno sonríe como ante una situación increíble, otro señala, un hombre se toca la cabeza con sorpresa.

Cita atribuida a Picasso, pero que es de Bakunin

En el video difundido por Banksy, éste atribuyó a Pablo Picasso la cita: ‘‘El impulso de destruir es también un impulso creativo” (The urge to destroy is also a creative urge). Hasta el lunes había sido reproducido casi 9 millones de veces.

La frase generalmente se asocia con el pintor español, pero antes fue expresada por el filósofo anarquista Mijail Bakunin, una de sus sentencias más conocidas: ‘‘Pongamos nuestra confianza en el espíritu eterno que destruye y aniquila solo porque es la fuente inescrutable y eternamente creativa de toda la vida. El impulso de destruir es también un impulso creativo”.

Con las leyendas intercaladas en el audiovisual: ‘‘Hace unos años, construí en secreto una trituradora en una pintura... en caso de que alguna vez se pusiera a subasta”. Se observa a una persona no encapuchada instalando las cuchillas en el marco, que contiene además una especie de dispositivo electrónico y varios mecanismos, mientras coloca una cubierta trasera en el marco.

El británico The Telegraph divulgó ayer que su reportero en la subasta notó a un hombre con boina blanca, gafas de sol y arete de oro, que entraba por la parte trasera del salón durante la puja por Niña con globo rojo. Concluida la venta y la destrucción del cuadro vio al mismo sujeto ‘‘en manos del personal de seguridad y exigiendo ver al gerente. ¿Fue Banksy sorprendido con el dispositivo electrónico que había activado la trituradora?”, se pregunta el periodista.

La pieza forma parte de una serie originada en la imagen de una niña que soltaba un globo rojo en forma de corazón, aparecida en una pared en el South Bank de Londres en 2004. Se ha convertido en una de las creaciones más famosas y codiciadas de Banksy. Mide alrededor de un metro de alto y fue ‘‘adquirida directamente del artista por el propietario actual en 2006”, según el catálogo de la casa de remates.