Toluca, Edomex., Con 10 hombres en la cancha y un golazo de Luis Quiñones, Toluca impuso condiciones en el estadio Nemesio Diez al vencer 2-1 a un desdibujado Pachuca en la jornada 12 del torneo Apertura 2018. Los Diablos llegaron a 22 unidades para ubicarse en el quinto lugar, mientras los Tuzos se quedaron con 15 puntos en el peldaño 11.

Con un gol de vestidor de Pedro Canelo los escarlatas se pusieron al frente en el marcador, mientras Leonardo Ulloa descontó al minuto 10. Los hidalguenses dejaron escapar una oportunidad de oro al desaprovechar la ventaja numérica tras una polémica expulsión de William da Silva al minuto 37.

Los Diablos salieron acelerados a la cancha y cuando apenas comenzaba el duelo sorprendieron con un tanto. Quiñones mandó un pase de taconcito a Alexis Vega, quien remató, pero el arquero Óscar Pérez rechazó el tiro. Canelo atrapó el balón en el rebote y con un disparo a quemarropa meció las redes.

Pachuca reaccionó casi enseguida cuando Emmanuel García mandó un centro y Ulloa conectó el balón con un remate de cabeza para conseguir la igualada. La anotación impulsó a los Tuzos para nivelar el duelo sólo por instantes.

La escuadra toluqueña fue más hábil y generó peligro en varias ocasiones. Vega mandó un disparo que se fue por arriba del travesaño y poco después Luis Mendoza lanzó un tiro cruzado que pasó a centímetros de la línea de meta.

La controversia llegó cuando Jorge Burrito Hernández y William da Silva chocaron en la disputa por el esférico, una jugada accidental. El silbante Diego Montaño iba a sacar la tarjeta roja y cuando se disponía a señalar la infracción al volante de Tuzos, dudó de su decisión y prefirió consultar con el cuarto árbitro.

Mientras Hernández se quejaba del golpe, e incluso mostraba un raspón en una rodilla, Montaño cambió de parecer y expulsó a William, quien abandonó la cancha entre sollozos. La salida del volante escarlata condicionó el juego y modificó el ritmo.

El timonel de los Diablos, Hernán Cristante, mostró una actitud más serena que en otros partidos y pese a la desventaja numérica se limitó a analizar el juego con sus auxiliares, mientras el estratega de Tuzos, Paco Ayestarán, era efusivo al lanzar órdenes al tiempo que recorría el área técnica.

En el complemento, Pachuca tenía las condiciones para adelantarse en los cartones, pero le faltó creatividad y en pocas ocasiones buscó las redes.

Pese a las adversas circunstancias, Toluca fue más aguerrido, tuvo mejor estrategia para poner tensión en el área de los visitantes y en una ocasión Quiñones mandó un tiro que se perdió por un costado del arco.

Ante la ineficacia de su equipo, Ayestarán modificó su planteamiento en el mediocampo al mandar a Christian Giménez y a Víctor Guzmán, cambios que sólo tuvieron efecto por instantes.

Giménez fue el único de Tuzos que se aventuró a buscar el gol con un tiro de larga distancia que pasó muy alto. Después Santiago García detuvo a Jorge Hernández con una fuerte entrada y fue amonestado.

Sin intentos de llegar al arco, el duelo perdió intensidad. Pachuca no lograba sacar ventaja de tener un hombre más y Toluca se defendía con precisión.

Quiñones encendió la emoción al minuto 85 con una extraordinaria jugada al rescatar el balón dentro del área, hacer una finta frente a dos zagueros y definir con un potente tiro cruzado que entró en el ángulo izquierdo de las redes.

El tanto regresó el aliento a los aficionados escarlatas que hicieron vibrar el estadio en un estruendoso festejo.

Al término, Cristante, quien reveló en la semana que toma terapia con una sicóloga para moderar su actitud, optó por no criticar la decisión del silbante. Hay que volvernos más pulcros, más limpios, afeitaditos, bien peinados, chicos correctos, es lo único que nos queda hacer, y que el arbitraje haga su impecable trabajo. Puedo ser irónico, pero sé que es una realidad. Es una prueba más que el equipo supera, entonces hay que seguir por el mismo camino, dijo.

Ayestarán reconoció que su equipo fue apático. Cuando estás tantos minutos con un hombre más y pierdes el partido, no es que podías haber hecho más, sino que tenías que haberlo hecho, no fuimos capaces de aprovechar la ventaja.