La regulación de la producción de amapola y con ello de opiáceos para usos legales y medicinales podría ser una opción; sin embargo, el cultivo de la adormidera en Guerrero está dedicado principalmente a abastecer el consumo ilegal de heroína en Estados Unidos, por lo que no dejaría de ser un mercado atractivo para los grupos criminales, señalaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Tras las declaraciones del secretario de la Defensa Nacional (Sedena), general Salvador Cienfuegos Zepeda, de que la legalización de la producción de goma de opio con fines medicinales puede ser una salida al problema de la inseguridad en la región de Tierra Caliente, en Guerrero, los entrevistados dijeron que ahora corresponde al Congreso de la Unión analizar y en su acaso aprobar las reformas legales que requieren la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, entre otras normas, además de establecer mecanismos eficaces de seguridad para los campesinos.

Las fuentes consultadas recordaron que en agosto pasado el Congreso de Guerrero turnó al Senado una iniciativa que busca regular y legalizar la producción de adormidera en Guerrero para usos medicinales y científicos, pero, indicaron, el asunto es que los traficantes mexicanos han desplazado a organizaciones colombianas y de otras latitudes en mercados estadunidenses en cuanto al abasto de heroína y ello ha generado violencia por el control de las zonas de cultivo.

Los funcionarios refirieron que organizaciones como Guerreros unidos, con presencia en Iguala, Cocula, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri y Tlapa, entre otras comunidades serranas donde existen grupos de cultivadores, han sostenido enfrentamientos constantes con grupos como Los ardillos y Los tequileros, que han dejado decenas asesinatos.

Señalaron que a ello debe sumarse la creciente presencia de integrantes del cártel Jalisco Nueva generación, que buscan controlar centros de recepción de goma de opio y distribución de heroína en puntos como Acapulco y centros cercanos a Michoacán y estado de México que les faciliten el trasiego a lo largo de territorios localizados en el Pacífico mexicano para luego trasladar los cargamentos a Estados Unidos, donde han consolidado su presencia, señalaron los integrantes de instituciones como la Policía Federal, la Procuraduría General de la República y las fuerzas armadas.

En Guerrero, según estimaciones oficiales, se produce casi 60 por ciento de la goma de opio –sustancia base para la producción de heroína– que es enviada a Estados Unidos. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), en Guerrero un kilo de goma de opio llega valer hasta mil 70 dólares, cantidad que puede duplicarse cuando el producto llega a Tijuana, Baja California, o Ciudad Juárez, Chihuahua, donde las principales organizaciones que manejan el trasiego de opiáceos a Estados Unidos son los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva generación.

Uno de los problemas que enfrentarían las autoridades es el establecimiento de mecanismos de control para que los campesinos que cultivan la adormidera vendieran su producción a las autoridades y éstas a su vez, pudieran tener evidencia de la producción, ya que en la actualidad no existen estimaciones certeras de cuánto se produce, pues cada zona puede ser utilizada hasta en tres ocasiones al año para producir goma de opio.