oco común es que los medios político, gubernamental y social de Francia se pongan de acuerdo. Lo logran ahora con el funeral de Estado que hoy se efectuará en Les Invalides, donde reposan los restos de Napoleón. Así reconocen el aporte de Charles Aznavour a la cultura del país y en especial a la música.

Ídolo de una generación de migrantes, el también actor nació en París en 1924, en el seno de una familia sobreviviente del genocidio contra el pueblo armenio cometido por el imperio otomano.

Murieron más de un millón de personas y decenas de miles tuvieron que migrar para salvar su vida. Un genocidio que Turquía se niega a reconocer. El apoyo económico y moral de Aznavour a los armenios no tuvo límites.

A los nueve años yadesempeñaba pequeños papeles en teatro y cine. A los 22, el pianista Pierre Riche le puso música a las letras de sus primeras canciones, que sumarían en su vida mil 400 de las cuales él interpretó 900 en seis idiomas. Se reunieron en una centena de antologías. La última la grabó hace tres años.

Gracias a la insistencia y las enseñanzas de Edith Piaf, de quien fue algunos años fiel acompañante, Aznavour se abrió paso en el mundo del espectáculo. La consagración definitiva de Aznavour ocurre en el mítico teatro Olympia de París. Tenía 36 años. Dos grandes de esa época: Maurice Chevalier y Charles Trenet, destacarán su estilo único de cantar.

No pocos creyeron que fracasaría como intérprete y que nunca tendría la admiración de millones de personas, pues su figura era lo contrario al prototipo de estrella que reina en el medio del espectáculo. Pero era una voz fresca, que no perdió vigencia en 70 años de carrera artística.

Junto con la Piaf, llevó la canción francesa por el mundo pero fue Aznavour quien la vistió de romanticismo ysensualidad.

Ajeno a los escándalos mediáticos, luchó por los valores fundamentales del ser humano; contra la intolerancia y el racismo y en favor de los migrantes.