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Todo el apoyo para Brasil y su pueblo Colectivo Regina de Sena México-Brasil contra el golpe
El objetivo de este número de La jornada del campo es recopilar diferentes experiencias y opiniones acerca de lo que está aconteciendo en Brasil, a partir del impeachment de Dilma Roussell en 2016 y hasta el encarcelamiento del ex presidente Lula Da Silva, en abril de este año. Sin lugar a dudas, Brasil está viviendo un golpe de estado cuya consolidación ha pasado por diversas etapas: el impeachment, la imposición de Michael Temer y ahora el encarcelamiento de Lula. Todos estos actos de la derecha brasileña tienen como objetivo ganar las elecciones presidenciales de octubre de este año, a fin de garantizar el control en los próximos años de los recursos del país: petroleros, minerales, hídricos, naturales, Ante este escenario, hicimos este suplemento dedicado a Brasil como parte del apoyo a las organizaciones y luchas brasileñas con las que hemos coincidido numerosos mexicanos y mexicanas. Los que somos El Colectivo Regina de Sena México-Brasil contra el golpe surgió en marzo de 2016, en el momento en que el golpe de Estado en contra de la presidenta Dilma Rousseff se estaba organizando. Fruto de la iniciativa espontánea de brasileñas y brasileños residentes en México, contó con el apoyo de ciudadanos mexicanos y de otros países que viven aquí, preocupados por la situación política de Brasil. A lo largo de más de dos años de actuación, el Colectivo ha realizado diversas acciones y ha sido parte activa de las manifestaciones organizadas por diferentes colectivos alrededor del mundo. De la unión de estas iniciativas internacionales surgió el Frente Internacional de Brasileños y Brasileñas en el Mundo Contra el Golpe – FIBRA. Los colectivos que forman parte de FIBRA vienen cumpliendo un importante papel en el escenario internacional al orientar a los medios de comunicación extranjeros acerca de las diversas etapas del golpe de Estado en curso, además de explicarles sobre la resistencia popular organizada contra él. Los medios hegemónicos brasileños no han cumplido con su papel de informar sobre la resistencia al golpe, precisamente porque son uno de los protagonistas de este ataque histórico a la democracia brasileña. Los colectivos que forman parte de FIBRA han logrado combatir esta voz hegemónica, con el apoyo de figuras públicas destacadas de cada país en el que actúan, convirtiéndolas en presión internacional para Brasil. En México, intelectuales y artistas como Liliana Felipe, Jesusa Rodríguez, Juan Villoro, El Fisgón, Damián Alcázar, Gael García Bernal, además de representantes de sindicatos y partidos políticos de país, de manera solidaria, ya han manifestado públicamente su posición contra el golpe. En Brasil, diversos movimientos de resistencia contra el retroceso que representa el gobierno golpista dirigido por Michel Temer también se organizaron en diversos momentos: en el campo, en las ciudades, las universidades, los sindicatos, entre artistas independientes. Hemos asistido a la pérdida de derechos laborales y al aumento del desempleo, a la imposición de una política de recortes en los recursos para la investigación en ciencia y tecnología y a la amenaza de la privatización de PETROBRÁS. Los pueblos indígenas y los quilombolas tuvieron sus proyectos de demarcación de tierras retirados de la votación en el Congreso Nacional. Los, campesinos, sin alternativas, cada día migran más y más a las ciudades para sobrevivir, ya que los programas de estímulo a la producción rural son eliminados. Estos son solo algunos ejemplos del devastador retroceso que el pueblo brasileño sufre ahora, bajo este gobierno ilegítimo
Durante más de dos años, el Colectivo Regina de Sena México-Brasil contra el golpe ha militado en la Ciudad de México como portavoz de la denuncia sobre la ruptura del Estado democrático de derecho en Brasil y del fascismo que se instala paulatinamente en el país. También ha repudiado la ejecución de la concejala Marielle Franco y la prisión injustificable del expresidente Luis Inácio Lula da Silva, además de alertar que este golpe de Estado jurídico, mediático, parlamentario y empresarial no solo afecta a Brasil, sino también a toda Latinoamérica. Los movimientos sociales brasileños se fortalecen cuando reciben, a través del Colectivo, apoyo de sindicatos, partidos políticos, artistas y académicos mexicanos. El pueblo seguirá resistiendo. Las brasileñas y brasileños fuera del país seguirán denunciando la situación que se vive allá en diferentes idiomas, hasta conquistar otra vez la democracia en Brasil, hasta que Lula sea reconocido como preso político y liberado por haber sido condenado sin pruebas y para que pueda ser candidato a la Presidencia de la República.
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