Viernes 14 de septiembre de 2018, p. 5
El Fondo de Cultura Económica (FCE), con motivo de las celebraciones por el centenario del natalicio de José Luis Martínez, Ema Godoy, Pita Amor, Alí Chumacero, Jorge González Durán y Juan José Arreola, lanza en formato electrónico la colección Revistas Literarias Mexicanas Modernas, rescatadas y reunidas por Martínez hace 40 años, cuando dirigía esa editorial.
Así lo anunció José Carreño Carlón, director del Fondo, en un acto al que asistió Otto Granados Roldán, titular de la Secretaría de Educación Pública, así como familiares y amigos de los homenajeados.
El rescate de las Revistas Literarias aparecidas en México en la primera mitad del siglo XX, apuntó Carreño, ‘‘recupera un importante registro vivo de la vida literaria mexicana’’.
De acuerdo con la información proporcionada por el FCE, ‘‘ya están en línea los primeros 27 títulos y en el curso del presente mes estará disponible la totalidad de ese acervo, que consta de 52 títulos’’.
La finalidad es poner de nuevo en circulación, en ediciones facsimilares, esas publicaciones. ‘‘El curioso lector y el estudioso de nuestras letras tendrá a su alcance ese material de acceso tan difícil y de interés documental’’.
Felicitación a José Carreño
Entre los primeros títulos digitales están varios tomos de El Hijo Pródigo, revista fundada por Octavio G. Barreda, quien la dirigió durante 29 números; Contemporáneos, dirigida por Enrique González Rojo y Bernardo Ortiz de Montellano, y Taller poético 1936-1938, publicación a cargo de Rafael Solana. Ulises fue una revista que alcanzó a publicar seis números, coordinados por Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
Otto Granados felicitó la gestión de Carreño Carlón y se refirió al origen del FCE.
Recordó 1934, el contexto social en el cual nació esa editorial. ‘‘El presidente de aquel entonces de la República anunció que el salario mínimo sería de un peso 50 centavos. Las buenas conciencias protestaron contra la introducción de la educación sexual en las escuelas, un humilde limpiabotas, que además era bibliófilo, se dedicó pacientemente a saquear la Biblioteca de México, la policía recuperó 420 volúmenes, la autoridad clausuró dos casinos de juego, una muchacha se infligió una puñalada en el corazón por mal de amores y una señora cayó fulminada por un rayo mientras conversaba con sus amigas en un pueblo polvoriento de Jalisco”.
El nacimiento del FCE no fue noticia que llamara la atención de la prensa de la época, entre otras razones porque su objetivo original era modesto: traducir y editar libros de economía para la naciente escuela de la UNAM, dijo el funcionario. ‘‘Nadie se imaginó entonces que la empresa editorial alcanzaría tal densidad intelectual y relevancia cultural en México y en el mundo de habla hispana, al grado que hoy se celebran sus 80 años de vida”.
El FCE tiene distintos rasgos sobresalientes, dijo Granados. Uno son los promotores del Fondo que vieron la necesidad de impulsar nuevas disciplinas académicas y formar profesionistas especializados, así como traducir y editar textos que no estaban vertidos al español; hasta abarcar entre sus intereses la sociología, la política, la historia, la antropología, el derecho, el arte y la ciencia, ‘‘sin la cual no se explica la modernidad intelectual del país”.
Otro es la solidaridad con los miles de exiliados españoles a causa de la Guerra Civil española, ‘‘quienes contribuyeron a enriquecer la producción del FCE”.
Y su tercera cualidad es ‘‘su vena latinoamericana de publicar y extenderse a distintos países de la región”.
José Carreño Carlón adelantó que habrá nuevas ediciones del libro Hernán Cortés, de José Luis Martínez; Confabulario, de Juan José Arreola, con prólogo de Jorge Luis Borges, y Epílogo, de Eduardo Lizalde.