Toluca, Méx., Las políticas públicas de respaldo a los empresarios y un entorno de estabilidad económica, así como una regulación que proteja a fabricantes y consumidores y facilidades de crédito, ‘’deben ser constantes en nuestra economía y no sólo prácticas pasajeras’’, planteó el presidente Enrique Peña Nieto.

También reconoció al equipo negociador de la actualización del acuerdo comercial con Estados Unidos, sobre el que expuso una vez más su optimismo y confianza respecto de que se conserve como un tratado trilateral.

El mandatario se reunió aquí, ayer, con el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior para la entrega del Premio Nacional de Exportación; destacó que concluir la renegociación con el país del norte ha disipado la incertidumbre que existía en torno a los términos de la relación con nuestro socio comercial más importante.

Tras elogiar la labor de los equipos de las secretarías de Economía y de Relaciones Exteriores y destacar la participación de quienes actuaron en el llamado cuarto de al lado, Peña Nieto refirió que éstas no son negociaciones unilaterales de un gobierno con otro. Consisten también “en poder permear, compartir, tomar consenso de lo que eventualmente podemos pactar’’ con quienes representan al sector empresarial.

Ubicó a México como una potencia exportadora pues el año pasado se rompió por primera vez el máximo nivel histórico al ubicarse las ventas en 401 mil 401 millones de dólares con un crecimiento de 9.2 por ciento, el más alto en seis años.

Las ventas al exterior pasaron, además, de representar apenas 14 por ciento del Producto Interno Bruto en la década de 1980, a 32 por ciento en la década reciente.

En parte, tal condición se debe –expuso– a la continuidad de las políticas públicas encaminadas a dar certidumbre a las empresas y a mantener condiciones propicias para su desarrollo, como evitar distorsiones en el funcionamiento de los mercados, asegurar que la regulación proteja a los consumidores sin perjudicar a los productores y facilitar además el acceso al crédito.

Y enseguida apuntó: Estoy convencido de que éstas deben ser constantes de nuestra economía y no sólo prácticas pasajeras.

El sector exportador, aseguró entonces, es ejemplo y referente de éxito y de cómo cuando existe confianza en la capacidad, destreza y habilidad de la mano de obra mexicana, así como en su mentalidad podemos competir frente a otros países, sin importar su nivel de desarrollo.

Y mientras las empresas exportadoras generan dos de cada 10 empleos formales, son además las que pagan los mejores salarios, prácticamente 30 por ciento más que el resto de la industria nacional. México es hoy el decimotercer país exportador en el mundo, expuso también.

Puso de relieve la aportación de los organismos empresariales. Les reconozco el esfuerzo de al menos tres décadas en las que han permitido, gracias a su aportación, a su orientación, a las sugerencias, muchas de ellas traducidas en políticas públicas, dar cuenta hoy de la fortaleza que México tiene en su economía y en su capacidad exportadora, señaló.

Les reconoció también que frente a la incertidumbre generada con la llegada del gobierno de Donald Trump y la relación bilateral con Estados Unidos, la iniciativa privada unió esfuerzos con el gobierno para tomar medidas que dieran certidumbre y retomaran el rumbo de crecimiento de país.