El representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, pidió que se atienda la discriminación estructural en el país. En la inauguración del Curso internacional de alta formación, advirtió sobre los riesgos de que las políticas antidiscriminatorias o de derechos humanos se queden como compensatorias o decorativas.

América Latina, la región más desigual del mundo

Exhortó a que se revise la discriminación contenida en las políticas llamadas mainstreaming o de transversalización de género y en las reglas, frecuentemente no cuestionadas, del comportamiento de actores públicos y privados, sobre todo empresas.

Dijo que América Latina es la región del mundo más desigual, con un nivel altísimo de discriminación estructural histórica con tintes interseccionales, sobre todo de las poblaciones indígenas y afrodescendientes, pero también hacia las mujeres y la población de la diversidad sexual.

Teresa González Luna, directora de la Cátedra Unesco de Igualdad y no Discriminación de la Universidad de Guadalajara (UdeG), resaltó la necesidad de contar con información y elementos que permitan visibilizar la situación que impide ejercer derechos a amplios grupos de población en México.

Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, expuso que este organismo no va a lograr el cambio en la sociedad de manera individual. Reiteró que la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México de 2017 arrojó que en el país no hay igualdad.

Asimismo, calificó de histórica la iniciativa presentada en el Senado para garantizar el acceso de las personas de la diversidad sexual y de sus familias a la seguridad social. Resaltó que el hecho constituye una respuesta de suma importancia ante las prácticas discriminatorias que viven las familias de la diversidad sexual, y destacó que se sumarán los diferentes grupos parlamentarios en la reivindicación de la agenda discriminatoria.