Investigaciones de agencias sanitarias e instituciones académicas de diversos países confirman la disminución del riesgo de enfermedades graves en los fumadores que sustituyen los cigarros tradicionales por dispositivos que calientan el tabaco.

Estos productos son de reciente creación y se distinguen porque el tabaco no se quema, por lo que tampoco genera humo. Son diferentes al cigarro electrónico, que produce vapor al usarlo.

En cambio, al calentar el tabaco se reduce en más de 95 por ciento la exposición a los compuestos químicos asociados con el desarrollo de padecimientos como cáncer, cardiovasculares y los de tipo respiratorio, entre otros, afirmó Ignacio González, biólogo molecular e integrante del centro de investigación que la empresa Philip Morris International (PMI) tiene en Suiza.

En ese lugar trabajan desde hace una década más de 400 expertos en la investigación y desarrollo de alternativas que en el futuro logren que los cigarros sean obsoletos.

En México, 10 millones de fumadores

En conferencia, el investigador refirió datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los cuales en un futuro próximo más de mil millones de individuos continuarán fumando en el mundo. En México, hay alrededor de 10 millones de fumadores y desde 2008 está vigente la Ley General para el Control del Tabaco, con la finalidad de desalentar la adicción, señaló el investigador.

Gonzalo Salafranca, director de Asuntos Corporativos de PMI, destacó que cuando se creó la ley no se pensaba ni remotamente que pudiera haber otras alternativas, lo que ahora debe tomarse en cuenta, sobre todo porque está comprobado que a pesar de las políticas antitabaco y la difusión sobre los daños a la salud, un sector de la población seguirá fumando.

A ese grupo están dirigidos los nuevos dispositivos y otros que están en desarrollo, indicó.

A su vez, Ignacio González dio cuenta de las investigaciones que han demostrado, entre otros resultados, que el nivel de exposición a sustancias tóxicas y cancerígenas es el mismo entre no fumadores y los usuarios de dispositivos de tabaco que ha sido calentado.

Comentó sobre los trabajos realizados en el centro de investigación de PMI, así como los desarrollados en Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Países Bajos y Corea del Sur, entre otros, cuyos resultados están en línea con los de PMI, señaló González.

Recordó que la Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) está analizando la solicitud de autorización presentada por PMI para la venta en ese país de los dispositivos de tabaco calentado.

Sobre la nicotina, causante de la adicción al tabaco, el investigador dijo que éste es un componente natural de la planta, y si bien no está exenta de riesgos, tampoco es causa de enfermedades.

De ahí que las investigaciones se han centrado en evitar los daños asociados a la combustión y los más de 6 mil compuestos químicos que se liberan en el humo de los cigarros tradicionales.