Madrid. Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña, participó ayer en una conferencia política en la que estableció la estrategia para construir la nueva República. Uno de los compromisos que fijó ante sus seguidores fue el de hacer efectivas las leyes de transitoriedad, que quedaron suspendidas el año pasado tras la fallida declaración unilateral de independencia.

En el Teatro Nacional de Cataluña, habló ante una audiencia en la que había sobre todo líderes y seguidores del movimiento soberanista, pero también algunos empresarios y muy pocos líderes de los partidos de oposición. De hecho, las formaciones unionistas Ciudadanos y Partido Popular decidieron no acudir y tildaron de sectario al mandatario catalán.

Torra tituló la conferencia Nuestro Momento, pronunció su discurso en catalán y en ningún momento tuvo un gesto hacia la comunidad hispanoparlante de la región.

El líder independentista volvió a denunciar la vulneración de los derechos civiles y los atropellos sufridos por el pueblo de Cataluña, a raíz del referendo de secesión del pasado 1º de octubre, por el que son procesados actualmente 23 dirigentes, acusados de rebelión, malversación y desobediencia.

Con su habitual lazo amarillo en la solapa, en recuerdo de quienes llama presos políticos catalanes, Torra insistió en que el soberanismo no dará ni dio un paso atrás. Más aún, advirtió: tenemos que ejercer el derecho a la autodeterminación. Nos impondremos hacerlo realidad porque estamos del lado correcto de la historia.

Sin concretar fechas ni el método que seguirá para alcanzar la independencia, Torra señaló: Hemos entendido que la república no se hace desde los despachos, la soberanía no viene de arriba, viene de la gente. Así que hago un llamado al Estado a una negociación de buena fe. Está en las manos de los nuevos gobernantes dejar de cometer los mismos errores de Rajoy.

En este ambiente se dio a conocer la dimisión del líder de Cataluña en Comú-Podemos, Xavier Domenech, quien decidió retirarse de la política para dar entrada a gente con ideas frescas, al alegar agotamiento político y personal.