tiene la vida interior y la intensidadnecesarias para interpretar a Van Gogh: Schnabel
At Eternity's Gate se estrenó en Venecia con buena acogida
Martes 4 de septiembre de 2018, p. 8
Venecia. El actor estadunidense Williem Dafoe se llevó ayer en el Festival de Cine de Venecia los aplausos por su composición del atormentado Vincent Van Gogh en At Eternity's Gate, nuevo trabajo de su compatriota Julian Schnabel, centrado en los últimos tiempos del pintor holandés.
El director, que compite por el León de Oro con este drama, intenta trasladar a la gran pantalla, con la ayuda en el guion de Jean Claude-Carrière (colaborador de Luis Buñuel), esa búsqueda visceral de un artista que sólo concebía su existencia a través de su obra y que se adelantó a su tiempo.
Aunque tiene varios museos dedicados a su obra y que sus cuadros, que no dejan de reproducirse, están entre los más cotizados, Van Gogh (1853-1890) no logró en vida vender ni un sólo lienzo. Sin embargo, Schnabel está convencido de que el artista era un visionario. Es obvio, si ves sus pinturas y lees sus cartas
, señaló el director, quien se hizo un nombre en las artes plásticas antes de convertirse en realizador.
Para Dafoe, que aprendió de Schnabel a pintar para hacer este trabajo, una de las cosas que más le inspiró en su recreación del personaje fue esa forma de pensar que trasciende la realidad del artista. Van Gogh, dijo, tenía dificultad en reconciliar su visión especial del arte con la realidad.
El director de Antes que anochezca o Basquiat, que se presentó ante la prensa con bermudas y camisa sin mangas, manchada de pintura y descosida del hombro, comentó asimismo que siempre pensó en Dafoe para el papel, con quien comparte una amistad desde hace más de tres décadas.
Nominado en tres ocasiones para el Óscar, Dafoe no tiene miedo a los desafíos e, igual que interpretó a Jesús en La última tentación de Cristo y se metió en la piel del icónico escritor y cineasta Pier Paolo Pasolini, no duda a sus 63 años en entregarse en cuerpo y alma a Van Gogh, aunque casi doble la edad del artista, quien murió a los 37 años a mitad del siglo XIX.
La premisa: no fue suicidio
Dafoe tiene la vida interior y la intensidad
para interpretar al pintor, dijo Schnabel, quien además elogió al actor por ser muy considerado con los demás intérpretes y el director cuando afrontan una situación difícil.
Yo quería tenerlo a mi lado
, agregó el cineasta. Una de las teorías que plantea la cinta, en la que también participan Oscar Isaac (Paul Gauguin), Mads Mikkelsen, Mathieu Amalric o Emmanuelle Seigner, es que Van Gogh no se suicidó, sino que fue asesinado.
Carrière, coguionista de Schnabel, precisó que no hay testimonio que certifique el suicidio. Van Gogh, relató, regresó al hotel herido, con una bala en el estómago, pero nadie encontró la pistola.
El suicidio, insistió, pertenece a esa oscura leyenda romántica que rodea la muerte del pintor. Al guionista le pareció extraño que justo antes del suicidio el artista hubiese atravesado una época de febril creatividad, cuando elaboraba casi un cuadro a diario. Con esa actividad, comentó, no estaba triste ni pasaba por una época de pesimismo. La cinta de Schnabel, en la que la música subraya el torbellino de sensaciones del artista que se cortó la oreja en señal de amistad, fue aplaudida sobre todo por la labor de Dafoe. Y también fueron generosos los aplausos para Sunset, el esperado segundo trabajo del director húngaro László Nemes, cuyo debut El hijo de Saul causó sensación y llegó a los premios Óscar.
Con técnica similar a su primer trabajo, el director de 41 años traslada al espectador a la Budapest de antes de la Gran Guerra, cuando la ciudad bullía de modernidad y era con Viena el corazón del imperio austrohúngaro.
La 75 edición del festival de Venecia supera hoy su ecuador con la película mexicana Roma, de Alfosno Cuarón, que hasta el momento se mantiene entre las mejor recibidas del certamen.