Martes 4 de septiembre de 2018, p. 6
El Museo Nacional de Antropología, uno de los más importantes del país, que ocupa 93 mil metros cuadrados y cuyo acervo es de unas 16 mil piezas, cuenta ‘‘con un sistema de seguridad de detección de humo y fuego en todo el museo; tiene un sistema de cámaras repartidas, extintores en las salas, además de áreas con personal muy bien entrenadó para enfrentar cualquier contingencia, desde el desalojo de las instalaciones ante un sismo hasta el accidente de un visitante o un incendio”, explicó Antonio Saborit, director del recinto.
El museo ‘‘no está en riesgo de que ocurra algo como lo que pasó en Río de Janeiro”, sostuvo.
‘‘Nuestro trabajo es adelantarnos a esos riesgos, anticipar cualquier situación. Trabajamos por la seguridad del visitante y las colecciones que se resguardan. Protección Civil periódicamente visita las instalaciones para hacer revisiones y recomendaciones. No se tiene un sistema de aspersores de agua, sino extintores en todas las salas, con personal capacitado para responder a la contingencia de manera inmediata.”
Es lamentable lo ocurrido en Brasil, pero no es la primera vez que pasa; en 1978, la víspera de la inauguración del nuevo Museo de Arte Moderno de ese país, ‘‘también se incendió cuando aún ni siquiera estaba abierto, con la obra que ahí se encontraba”, dijo.