Río de Janeiro. El Partido de los Trabajadores (PT) se aferra a la figura de su líder histórico, el ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), al presentarlo este sábado como figura central de su campaña televisiva, pese a que el Tribunal Superior Electoral (TSE) invalidó su candidatura para las elecciones presidenciales de octubre, ya que cumple una condena de más de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.

Con imágenes de una entrevista grabada y de su participación en actos del partido, el PT insistió en su video en que entrará con todos los recursos para garantizar el derecho de Lula de ser candidato en los comicios del 7 de octubre.

Los jueces del TSE tomaron por mayoría esa decisión la madrugada de ayer, que también prohibió la participación de Lula en anuncios propagandísticos oficiales de los partidos políticos para las campañas en radio y televisión, que comenzaron este sábado.

Vamos a mantener una posición política, moral, en torno al liderazgo de Lula y al deseo de más de 50 por ciento de los brasileños, indicó Fernando Haddad, compañero de fórmula del ex líder metalúrgico, durante una conferencia de prensa en Pernambuco, noreste de Brasil, estado natal del ex presidente.

Inclusive, la justicia de Sao Paulo ordenó retirar del aire una publicidad de Luiz Marinho, candidato del PT a la gubernatura de ese estado, por considerar que la voz de Lula aparece mucho tiempo en ésta.

En caso de que Haddad, de 55 años, sea designado candidato, su compañera de fórmula será Manuela D’Avila, del Partido Comunista do Brasil, según un acuerdo previo entre ambos partidos.

El TSE fijo como plazo al PT el 12 de septiembre para encontrar un remplazo del ex mandatario, mientras el resto de los candidatos ven ahora un panorama más claro e intentarán ganar terreno.

Lula, de 72 años, es favorito en las encuestas. En el más reciente sondeo de Datafolha cuenta con 39 por ciento de las intenciones de voto, 20 puntos más que el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien está en segundo lugar.

El estudio indica además que Lula derrotaría a cualquier adversario en segunda vuelta.

En su ausencia, Bolsonaro iría a segunda vuelta con la ecologista Marina Silva.

Sin pruebas, Lula fue declarado culpable en julio de 2017 de beneficiarse con una propiedad en un edificio ubicado en el departamento paulista de Guarujá a cambio de apoyar a la constructora OAS con contratos en la estatal Petrobras.

La condena fue ratificada y ampliada en enero a 12 años y un mes de prisión por una corte de apelación. La candidatura del ex mandatario fue invalidada en aplicación de la ley Ficha limpia, promulgada durante su gestión, la cual impide a un condenado en segunda instancia postularse para cargos electorales.

Gobiernos, líderes y organizaciones políticas de varios países brindaron ayer su respaldo a Lula da Silva tras la decisión de TSE de vetar su candidatura.

“Alzo la voz junto al pueblo brasileño ante el atropello contra el hermano @LulaOficial. La oligarquía del continente pretende acallar la voz de una nación y de quienes hemos decidido ser libres. ¡Fuerza, Brasil! ¡Somos millones de Lulas!”, tuiteó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El mandatario de Bolivia, Evo Morales, en un mensaje, comentó: Rechazamos esa decisión, porque atenta contra la democracia y la voluntad del pueblo brasileño. #Lula, presidente.

La ex mandataria de Argentina, Cristina Fernández, quien enfrenta varios procesos judiciales en su país, sostuvo en la misma red social que en Brasil los medios de comunicación, en coordinación con el Poder Judicial, también han arrasado con el estado de derecho.

La cancillería de Cuba indicó en un comunicado que el encarcelamiento de Lula da Silva fue con fines políticos.