Jueves 30 de agosto de 2018, p. a11
Miami. El productor, director y guionista panameño Abner Benaim persiguió por años el sueño de grabar el documental Yo no me llamo Rubén Blades, idea que se hizo realidad en 2015.
Esta semana, en salas de cine de Panamá, Costa Rica, Guatemala, México, Perú y Colombia, arranca el estreno de la historia de 84 minutos que muestra al Sabio de la música en sus facetas de cantante, esposo, activista, compositor, actor y político de 70 años.
–¿Cómo surgió la idea de realizar un documental sobre Rubén Blades?
–Yo era fanático de él y su música, sobre todo de sus letras. Cuando terminé mi primera película, Chance (2009), se la quise mostrar porque en cierto modo Plástico –uno de los grandes éxitos de Blades– me sirvió de inspiración para grabarla.
Logré contactarlo, se la mostré y nos hicimos amigos, al punto de que él comenzó a contarme su vida. Cada vez que nos veíamos eran horas de anécdotas que vivió con García Márquez, Lou Reed y Michael Jackson. Arrancamos con algo muy orgánico y real que duró más de dos años.
–¿Cuál fue el principal objetivo?
–Yo quería que todos conocieran al hombre que está detrás del artista. Verlo más allá de la fama, saber qué piensa y qué siente.