Aun con el dolor que le ha significado tener cuatro hijos desaparecidos, la luchadora social María Herrera Magdaleno afirmó que está dispuesta a perdonar a los responsables de este crimen –que ya cumplió 10 años y sigue impune–, con tal de que el gobierno resuelva los miles de casos de desaparición y evite que el flagelo continúe.

Estoy dispuesta a perdonar siempre y cuando nos entreguen a cada una de las personas que faltan en nuestros hogares. Al gobierno que está por entrar le digo: a lo mejor llego al perdón, si me demuestra con trabajo y con hechos que está solucionando el problema, que ya no haya más desapariciones y pare el sufrimiento de tantas madres. Ese sería el trueque que yo ofrezco, indicó la activista.

Durante una conferencia de prensa con motivo del décimo aniversario de la desaparición de dos de sus hijos, doña Mari –como se le conoce– habló del dolor más allá de las palabras que le significó la desaparición de sus hijos Raúl y Salvador, ocurrida en 2008 en Guerrero, pero también la de Gustavo y Luis Armando, en 2010 en Veracruz.

La primera agresión contra su familia fue un dolor tremendo, como si fuera una bomba atómica. Nunca imaginé que a los dos años se iban a llevar a otros dos, y lo peor de todo es que estamos muy lejos de que el gobierno solucione este problema, lamentó la activista.

Luego de colocar sobre la mesa una foto del periodista Javier Valdez, a quien puso de ejemplo de los peligros que corren en México las personas que buscan la verdad, Herrera afirmó que la desaparición de cuatro de sus hijos ocurrió sin que los sucesivos gobiernos del país hicieran algo para determinar su paradero.

Me siento cansada de llorar, pero jamás me daré por vencida ni dejaré de buscar. Somos miles de madres las impulsadas por este dolor las que luchamos y hacemos todo lo humanamente posible por encontrar a nuestros hijos, enfatizó la luchadora social.

Por una fiscalía autónoma

En el acto estuvo presente Santiago Corcuera, ex presidente del Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas, quien puso de relieve la trascendencia de la figura de doña Mari y subrayó que para investigar y resolver estos casos es imprescindible contar con una fiscalía independiente y autónoma.

Para terminar con la violencia, hay que reconfigurar las instituciones de seguridad y retirar paulatinamente a las fuerzas armadas de dichas labores, indicó el especialista, quien llamó a que se cree un organismo internacional que supervise la lucha contra la corrupción y la impunidad en México.

Al acto acudieron también integrantes de Naciones Unidas, Serapaz y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, quienes resaltaron el valor de la lucha de María Herrera y la equipararon con las primeras movilizaciones por los desaparecidos, hace 40 años.