Miles están en situación crítica
Domingo 26 de agosto de 2018, p. 22
Dacca. Miles de refugiados de la minoría musulmana ronhingya se manifestaron ayer en Bangladesh para exigir un retorno seguro a sus lugares de origen, un año después de que el ejército de Birmania expulsó masivamente a miembros de esta etnia de Myanmar.
Más de 15 mil personas de la comunidad ronhingya se reunieron en la cima de una colina, en el campamento de refugiados Kutupalong, para protestar contra los crímenes y la represión cometidos por las fuerzas militares de Myanmar el año pasado. Queremos que nos reconozcan como ronhingyas, estamos muy tristes porque no estamos en nuestra tierra natal. Todos queremos justicia, nos quejamos de esto ante el mundo
, aseveró Mohamad Husein, uno de los participantes en la movilización.
Tras un estallido de violencia y persecución ocurrido el 25 de agosto de 2017, cuando rebeldes ronhingyas atacaron puestos de las fuerzas de seguridad en Myanmar, el ejército expulsó de sus pueblos a cientos de miles de miembros de la minoría musulmana, por lo que unos 700 mil que vivían en Rakhine, en la costa oeste de Myanmar, se vieron forzados a trasladarse a Bangladesh, donde la situación en los campos de refugiados es crítica.
Durante la represión, organizaciones humantarias denunciaron asesinatos, quema de casas y violaciones. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas habló de limpieza étnica e indicios de genocidio
. Actualmente los desplazados se encuentran en el distrito de Cox’s Bazar, sureste de Bangladesh. La mayoría vive en chozas precarias en el hacinado campamento de Kutupalong, donde están unas 900 mil personas.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia advirtió que el futuro de medio millón de niños de esa comunidad está en peligro por la falta de fondos para su educación.
Viven en lugares reducidos, tienen pocas oportunidades de aprender y no se sabe si podrán regresar a sus hogares
, denunció el delegado del ente, Edouard Beigbeder.
En junio, agencias de la ONU firmaron un memorando de entendimiento con el gobierno de Myanmar para establecer condiciones propicias para un regreso seguro, digno y voluntario de los ronhingya, pero poco se avanzó al respecto.