Con el apoyo de más de 500 granaderos, autoridades de los gobiernos capitalino y federal, así como de la delegación Benito Juárez, realizaron el retiro de 246 puestos fijos y semifijos que desde hace años tenían instalados vendedores ambulantes en las cercanías de la estación Portales del Metro y del mercado público de la zona.

El operativo empezó cerca de la medianoche del jueves y concluyó a las 5 de la mañana de ayer, con la participación de representantes de la Secretaría de Gobierno, de la Agencia de Gestión Urbana, de la Comisión Federal de Electricidad, de la Secretaría de Seguridad Pública y de la misma delegación.

Los granaderos arribaron a la calzada de Tlalpan, donde se fueron coordinando con las autoridades locales y federales, y con equipo y maquinaria pesada avanzaron sobre las calles donde había estructuras metálicas.

Sobre Tlalpan, entre las calles Libertad y Santa Cruz, se retiraron los primeros puestos, luego los que se encontraban en la calle Santa Cruz, de Tlalpan a 5 de Febrero, y se continuó con los instalados en la calle Necaxa, entre Antillas y 5 de Febrero, además de los de 5 de Febrero, entre Víctor Hugo y Libertad.

Hubo algunos comerciantes informales que se opusieron a esa acción, por lo que confrontaron a los granaderos, sin que la situación se saliera de control.

Con esmeriles, máquinas de soldar y cortadoras, personal de la AGU, de la Secretaría de Gobierno y de la CFE quitaron instalaciones hechizas y diablitos y retiraron algunos puestos que habían sido fijados con soldadura o atornillados al piso.

Según las autoridades delegacionales, este desalojo se realizó luego de varias denuncias presentadas por vecinos y locatarios del mercado Portales, quienes aducían que los vendedores informales no contaban con permisos.

El jefe delegacional de Benito Juárez, Ángel Luna Pacheco, explicó que se levantaron más de 222 puestos semifijos y 24 fijos que obstruían la vía pública, los cuales llevaban más de 30 años.

Camionetas y camiones de volteo fueron cargados con las láminas y diversas estructuras metálicas de los ambulantes, luego de lo cual se retiraron tanto los granaderos como los funcionarios públicos.

Con las primeras luces del día algunos comerciantes informales cerraron algunas vialidades secundarias, y en señal de protesta amagaban incluso con cerrar Tlalpan, pero les fue ofrecida una reunión con autoridades del gobierno central para atender sus quejas y encontrar una salida.

En la zona liberada fueron colocados grandes macetones.