El magisterio disidente censuró la reciente exoneración de Elba Esther Gordillo, ex dirigente del SNTE, y la señaló de delitos contra miembros del gremio, como asesinatos de profesores. Uno de ellos, el de Misael Núñez Acosta.

En un pronunciamiento nacional difundido ayer, víspera de que la profesora brinde un mensaje por su liberación, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) llamó a que se indague a fondo el historial de Gordillo.

Su negra fama no es gratuita, fortuita [...] podemos afirmar que era fama que la asesina se ha ganado a pulso.

Señalaron que antes de su encarcelamiento, en febrero de 2013, por años Gordillo personificó la impunidad, la corrupción y el cinismo de quien se sabe intocable por la protección que da el Estado por los favores recibidos.

Agregaron que por 24 años, la profesora usó los millonarios recursos y patrimonio del sindicato, producto de las cuotas de 1.5 millones de agremiados, y de las prerrogativas que le dieron los gobiernos en turno para beneficio propio y de sus cómplices.

La CNTE subrayó que los cargos bajo los que fue detenida la maestra: delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por mil 978 millones de pesos, fue un ridículo pretexto para sacarla temporalmente de la jugada y limpiar el rostro del fraude electoral de Enrique Peña Nieto.

Por ello la disidencia magisterial enfatizó que si de verdad se quiere seguir un proceso judicial contra la ex lideresa y hacer justicia, se le tiene que indagar por su probable relación con los asesinatos de varios profesores opositores. “El propio [Carlos] Jonguitud Barrios [ex dirigente del SNTE y mecenas de Gordillo] declaró el 25 de agosto de 2002 a La Jornada que el autor intelectual del asesinato del profesor Misael Núñez Acosta (en 1981) fue Gordillo Morales.”