Miércoles 15 de agosto de 2018, p. 9
A casi 45 días de haberse celebrado los comicios para gobernador en Puebla, el ex candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa, insiste: la única salida legal a la elección de Estado que ocurrió en la entidad es la nulidad de los comicios
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Aseguró que con la complicidad del Instituto Electoral de Puebla, cuya posición ha sido abyecta y sumisa
a Rafael Moreno Valle, el nivel de manipulación de la documentación de los comicios es de tal envergadura que aun abriendo los paquetes no habría certeza del resultado.
En entrevista, tras la primera movilización en demanda de revertir lo que califica como fraude electoral
, Barbosa confiesa abiertamente su desconfianza en las instancias electorales locales, cooptadas por el morenovallismo. Sólo confía en que la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avale los agravios contenidos en su impugnación, que señala la injerencia abierta del gobierno estatal, el uso de programas sociales y la violencia generada antes, durante y después de la elección, favorecida por los vínculos de Moreno Valle con el crimen organizado
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Barbosa acota: Nosotros tenemos una causal para poder buscar la anulación, basada en las condiciones generales de la elección. Se perdió en esta manipulación general del material el principio de certeza en los resultados. Ni abriendo las urnas se podría tener certeza
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El poder de Moreno Valle
El ex candidato advierte que fue una operación focalizada, concentrada en preservar el poder monárquico y absolutista
de Moreno Valle utilizado en favor de su esposa, Martha Ericka Alonso.
Ciertamente los resultados en la entidad fueron abrumadoramente favorables a la alianza Juntos Haremos Historia: en la votación para la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador tuvo una diferencia superior a 1.1 millones de votos respecto de Ricardo Anaya; en el Senado, la alianza superó con 663 mil sufragios a Por México al Frente; en la de diputados federales la diferencia fue de 152 mil votos.
A escala estatal, 16 de los 26 distritos locales fueron ganados por Juntos Haremos Historia, y en municipios obtuvo 47, por 41 del PAN en sus diversas variables de alianzas. La coalición sólo habría perdido la elección de gobernador.
Por ello Barbosa confirma que la operación fue focalizada a partir de la excesiva distribución de documentación oficial de esta votación que permitiera a los laboratorios electorales
que operaron en todo el estado fabricar una diferencia de 4 por ciento en favor de Alonso, suplantando, dijo, el resultado que le confería 10 puntos a favor de Juntos Haremos Historia.
Aun cuando también se han promovido denuncias ante la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales, Barbosa alerta sobre una vertiente grave: el vínculo de la campaña de Alonso con el crimen organizado, especialmente con los grupos de huachicoleros en esa entidad.
