Muriel Ricard cuenta su experiencia desde una perspectiva de migrante
Miércoles 15 de agosto de 2018, p. 7
Enigmática, extrovertida, divertida, traviesa y sui generis, así luce en el escenario Angélique, cantante de origen francés, quien entre cada tema cuenta su experiencia como extranjera mulata y sobre el racismo que enfrenta con natural desenfado en el Distrito Federal de principios de la segunda mitad del siglo XX.
Ambientada en un bar capitalino, en 1959, la obra Angélique, protagonizada por Muriel Ricard, aborda la idiosincrasia del país y el racismo, pero de manera chusca
para hacer un recuento sobre sus raíces, su perspectiva como migrante, su mirada de turista y la forma de enfrentar la vida.
Angélique, quien es políglota, explicó Ricard en entrevista, es una mujer tan misteriosa que siempre parece que está escondiendo algo
. En escena estará acompañada por Geo Enríquez (piano), David Iracheta (batería), Víctor Rincón (contrabajo), Rubén Chong (saxofón) y Carlos Bañales (trompeta) quienes ejecutan música mexicana, estadunidense y francesa a manera de hilo conductor para cambiar las atmósferas y la emotividad entre los presentes.
Se trata de un monólogo, el cual se ha presentado desde hace más de tres años en diversos foros y ahora se escenifica renovado. La cantante recurre a la memoria para desentrañar el misterio que la envuelve: nos hace confrontarnos con lo que escondemos de nosotros mismos, lo cual nos impide gozar y vivir el presente
.
Al “escuchar las anécdotas divertidas e irónicas de Angélique, el público se identifica al grado de decir: ‘¡sí es cierto, sí somos así!’”, señaló Ricard, quien ofrecerá una función de gala el primero de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, aunque antes, del 24 al 26 de agosto, tendrá presentaciones en el Centro Nacional de las Artes.
Voz que enamora
En escena, la glamorosa y sensual protagonista enamorará con su voz a los asistentes, los que con su relato sabrán que llegó a América siendo parte del equipo de trabajo de Édith Piaf; además, les mostrará los más profundos y absurdos prejuicios de nuestra cultura
, sostuvo la intérprete.
El espectáculo de teatro cabaret echa una mirada al pasado, el cual cobra vigencia, porque muchas cosas que nos suceden en el presente tienen su raíz años atrás. De eso trata Angélique, que nos permite preguntamos y reflexionar sobre qué tanto han cambiado situaciones o sí se avanzó en algo, aunque sea un poquito. En esa época había gran movimiento en todos los ámbitos, incluso la esperanza de que íbamos a salir del hoyo
.
Este espectáculo, en dos actos, prosiguió Ricard, es muy oportuno; no sólo por la época que vivimos justo después de las elecciones y por el proceso de transición, sino porque nos hace reflexionar acerca de qué significa ser mexicano, eso sí, con un toque de nostalgia, el cual sucede cuando miramos al pasado
.
Las canciones se escucharán en su idioma original –inglés, francés y español– para ofrecer una noche llena de placer
en voz de la gozosa Angélique, quien se suma a los festejos por el primer siglo del recinto de Donceles con una presentación renovada y una propuesta musical más ambiciosa.
Este personaje tiene rasgos que admiro, los cuales me encantaría hacer como Muriel, porque yo no soy tan extrovertida; además me permite abordar el tema escabroso del racismo. Angélique ha sido una gran enseñanza y uno de los proyectos de mayor relevancia en mi carrera de actriz y cantante
, puntualizó Ricard.