Domingo 12 de agosto de 2018, p. 23
Bucarest
Más de 450 personas resultaron heridas y 30 fueron detenidas durante una manifestación contra el gobierno del presidente Klaus Iohannis, anunció este sábado la policía rumana.
La protesta congregó a decenas de miles de personas, entre residentes locales y llegadas del extranjero, para exigir la renuncia del gobierno luego de medidas que, según opositores, dificultará más enjuiciar casos de corrupción.
Los choques ocurrieron cuando unos 80 mil manifestantes se abalanzaron sobre edificios gubernamentales cuando exigían elecciones adelantadas. Los opositores afirman que 3 millones de connacionales abandonaron el país por la corrupción, los bajos salarios y la falta de oportunidades.
La policía antimotines disparó gas lacrimógeno y dirigió cañones de agua contra los inconformes, quienes respondieron con rocas, botellas y bombas de humo.
El propio presidente Iohannis criticó la intervención brutal y desproporcionada
de las fuerzas de seguridad y pidió a la fiscalía general que abra una investigación para conocer las circunstancias bajo las que se hizo esta operación; acusó también a las autoridades del Partido Socialdemócrata de conducir al país hacia el caos
.
Después de condenar las medidas de fuerza llamó a los órganos del orden interior a no reaccionar con exceso, sobre todo cuando puede conducir a poner en peligro la vida de los ciudadanos.
Dos voceros de la policía dijeron en un comunicado que el uso de la fuerza
por parte de sus efectivos fue legítimo
porque los manifestantes ignoraron sus órdenes de abandonar la plaza de la Victoria, donde se manifestaban.
Desde 2016, el Partido Socialdemócrata impulsó una reforma judicial que, según la oposición, pone en riesgo la independencia de la justicia y permitirá a los dirigentes políticos evadirla.