Domingo 12 de agosto de 2018, p. 22
Caracas
Alrededor de 300 personas protestaron ayer en una plaza de Caracas para exigir la liberación del diputado Juan Requesens, detenido el martes acusado de complicidad en el atentado contra el presidente Nicolás Maduro.
Por su lado, Maduro abrió la posibilidad de que Estados Unidos coopere en la investigación, que protestó por la captura de uno de sus dirigentes señalado como cómplice. Si el gobierno de Estados Unidos ratificara su ofrecimiento de cooperación del FBI para la investigación de los vínculos en la Florida con el plan del asesinato (...), yo lo aceptaría, estaría de acuerdo que venga el FBI
, aseguró ayer en un acto con el alto mando militar.
Con la consigna Juan, escucha, tu lucha es nuestra lucha
, a la manifestación convocada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asistieron la hermana del parlamentario, Rafaela, y su padre, Gregorio Requesens.
Los familiares del legislador afirmaron que ni ellos ni sus abogados han podido verlo. El viernes, Requesens fue trasladado a tribunales, pero su audiencia fue cambiada para el lunes. El opositor, de 29 años, fue detenido el martes por el servicio de inteligencia en Caracas; la Asamblea Constituyente le retiró la inmunidad parlamentaria a él y al diputado Julio Borges, quien también tiene orden de captura por el ataque contra Maduro, pero se encuentra exiliado en Colombia.
La pesquisa por el ataque con drones cargados de explosivos que el sábado detonaron cerca de un acto militar en el que estaba Maduro, dio un giro luego de que Requesens admitió bajo arresto haber tenido contacto con Juan Monasterios, ex militar detenido por el ataque y quien llegó de Colombia, por lo que confesó haber ayudado a que los drones entraran al país.
A su vez, el Grupo de Lima pidió el sábado a Venezuela realizar una investigación independiente, exhaustiva y transparente
sobre el ataque del pasado 4 de agosto. Los gobiernos que lo integran (Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú) rechazaron cualquier intento de manipulación que se haga del incidente para perseguir y reprimir a la disidencia política
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