La refundación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal pretende que la actual Comisión Nacional de Seguridad (CNS) sea más eficiente en el combate a la delincuencia y se fortalezca la Policía Federal, pues en el entorno del virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador se considera que haber trasladado todas sus funciones y facultades a la Secretaría de Gobernación (SG) generó ineficacia.

La historia de la CNS se inició en enero de 1999, cuando se fundó la Policía Federal Preventiva (PFP) con 5 mil integrantes de la policía militar. Se pretendía que la Federación asumiera su responsabilidad en la prevención y combate a los delitos y garantizara la paz y el orden público. La corporación surgió adscrita a la SG y quedó al mando de Francisco Labastida Ochoa.

En diciembre de 2000 el entonces presidente Ernesto Zedillo logró, a solicitud del presidente electo Vicente Fox, que el Congreso aprobara las modificaciones legales que permitieron que desde el inicio del mandato del panista se creara la SSP federal y la PFP se integró a esa institución.

A la secretaría se le otorgaron facultades para “desarrollar las políticas de seguridad pública y proponer la política (anti)criminal en el ámbito federal, que comprenda las normas, instrumentos y acciones para prevenir de manera eficaz la comisión de delitos (…) presidir el Consejo Nacional de Seguridad Pública (…) y administrar el sistema federal penitenciario”.

El primer titular de esa institución fue Alejandro Gertz Manero, quien al mismo tiempo era jefe de la PFP, pues por disposición de la ley orgánica desapareció la Policía Federal de Caminos y se convirtió en una división más de la corporación que dirigía. El 19 de enero de 2001 –a 16 días de la entrada en operaciones de la SSP– se fugó Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Durante el gobierno foxista dirigieron la SSP Ramón Martín Huerta (2004-2005), quien falleció en un accidente aéreo, y Eduardo Medina Mora (2005-2006).

Con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, la SSP federal se convirtió en uno de sus proyectos más ambiciosos y con la designación de Genaro García Luna se desarrolló un esquema de despliegue policial que incluyó la construcción de diversos centros de mando y el crecimiento de la corporación a más de 27 mil elementos distribuidos en las divisiones antinarcóticos, policía científica, seguridad regional y en la nueva Plataforma México.

En la gestión de Felipe Calderón la PFP se transformó en Policía Federal solamente. Durante su gobierno se buscó que esa corporación aglutinara a todas las corporaciones federales. Buscó que la entonces Agencia Federal de Investigación quedara bajo el mando de García Luna, pero el proyecto no se concretó.

Con Enrique Peña Nieto la Ley de la Administración Pública Federal se modificó: la SSP federal desapareció y se convirtió en la Comisión Nacional de Seguridad, como parte de la estructura administrativa de la SG. Es dirigida por Renato Sales Heredia.

López Obrador propone refundar la SSP y al frente de ésta designó a Alfonso Durazo Montaño. Éste señaló a La Jornada que el proyecto considera dos subsecretarías en su estructura.

Tenemos muy claro que haber acumulado en Gobernación todas las atribuciones de seguridad es parte de la ineficacia en el combate a la inseguridad, (pues) no es posible que el responsable de la seguridad del país dependa políticamente del secretario de Gobernación. Hay que buscar una forma administrativa que optimice su desempeño, con visión de Estado que trascienda la coyuntura sexenal, señaló Durazo.

Señaló que la PF requiere fortalecimiento y consolidación “y eventualmente ampliar su estado de fuerza (…) Iniciaremos de inmediato un programa emergente de capacitación y profesionalización que nos permita cumplir con mayor eficacia la responsabilidad de seguridad y empezar a relevar paulatinamente a las fuerzas militares que están en la calle”.