Informe de la Unesco
Se calcula que 10% de las niñas y 20% de los niños fumaron cigarrillos en los recientes 12 meses
Jueves 2 de agosto de 2018, p. 34
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estima que en el mundo uno de cada cuatro adolescentes de 13 a 15 años consumió alcohol en los recientes 12 meses, mientras que una de cada 10 niñas y uno de cada cinco niños fumó tabaco.
Ante el incremento en el número de menores expuestos a riesgos de consumo de sustancias dañinas que potencialmente afectan su desempeño y permanencia escolar, la Unesco, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, elaboraron un informe denominado Buenas políticas y prácticas en educación para la salud: Respuestas del sector de la educación frente al consumo de alcohol, tabaco y drogas.
Destaca que la escuela tiene un papel preponderante en la prevención, por lo que las respuestas eficaces del sector al consumo de sustancias requieren basar todos los enfoques y acciones en los mejores datos científicos disponibles, lo que incluye la fijación de objetivos preventivos y pertinentes para la prevalencia y los patrones de consumo de sustancias en cada país
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Se recomienda que las acciones de prevención deben comenzar pronto y abarcar todos los grupos de edad y abordar de manera especial los periodos críticos de transición en el desarrollo de menores y jóvenes
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En su diagnóstico, el informe destaca que el tabaco suele ser la primera sustancia dañina consumida por los adolescentes, y uno de cada cuatro estudiantes de 13 a 15 años que ha fumado cigarrillos alguna vez, lo hizo antes de cumplir 10 años de edad.
Si bien reconoce que la prevalencia del consumo de éxtasis entre los jóvenes es inferior a 1 por ciento en casi todos los países, señala que sí hay un incremento en el uso de estimulantes de tipo anfetamínico y de nuevas sustancias sicoactivas, aun cuando su prevalencia permanece relativamente baja.
Son consumidas en estado puro o preparadas y circulan en el mercado con los nombres de drogas de diseño’, euforizantes legales, hierbas euforizantes, sales de baño, productos químicos de investigación o reactivos de laboratorio.
Constituyen un peligro, agrega, debido a que algunos jóvenes las consideran menos nocivas que otras drogas porque están o han estado autorizadas. También son accesibles y se presentan en envases con una marca. Además de esto, en ciertas naciones, de 70 a 90 por ciento de las personas que se inyectan drogas comienza a hacerlo antes de cumplir 25 años de edad.
Debido a que el sector educativo capta a los niños y adolescentes en un periodo de su vida en la que son altamente susceptibles a factores que pueden incidir en el consumo de sustancias nocivas, destaca que éste debe tener centros educativos totalmente libres de tabaco, alcohol y otras drogas, garantizar planes básicos de estudios que incluyan el aprendizaje de los riesgos asociados al consumo de sustancias, pero también facilitar el desarrollo de las capacidades personales y sociales de los estudiantes, relevantes para una conducta saludable
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