Martes 31 de julio de 2018, p. 33
De los 32 estados del país, 21 presentan serias deficiencias o información incompleta en su reporte de gastos destinados a ciencia, tecnología e innovación (CTI), afirmó el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
En su estudio Cuenta pública de ciencia, tecnología e innovación: Propuesta programática de armonización contable para las entidades federativas, el FCCyT advirtió que esta falta de apego a la regulación vigente en el reporte de gastos impide crear un certero plan de desarrollo científico, tecnológico y de innovación en los estados.
Hay que recordar que la legislación actual indica que la contabilidad de la inversión en CTI debe considerar todos los gastos en tres rubros: investigación y desarrollo experimental; educación y enseñanza científica y técnica, y servicios científicos y tecnológicos.
El análisis muestra que los 11 estados que tienen un mejor control en su contabilidad de inversión en CTI son los más apegados a la metodología propuesta por el Consejo Nacional de Armonización Contable (Conac) y son: Aguascalientes, Chihuahua, Colima, estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa y Tabasco.
Las entidades menos apegadas a esta metodología son: Baja California Sur, Ciudad de México, Morelos, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas.
Muestran datos inflados
El estudio de 383 páginas, publicado en la página web del FCCyT, revela que algunos estados consideran rubros que no pertenecen a estas categorías, haciendo que su inversión se muestre inflada. Tal es el caso de Hidalgo, entidad que si bien maneja un nivel de apego medio al modelo de la Conac, su reporte incluye gastos en infraestructura científica, lo que de ninguna manera cabe en la categoría de servicios científicos y tecnológicos.
Por el contrario, hay entidades que presentan programas y actividades claramente relacionadas con CTI, pero no considerados dentro de la contabilidad, por lo que muestran una inversión menor. Un ejemplo es Aguascalientes, que no registró recursos destinados a posgrados, aun cuando esto entra en la segunda categoría de educación.
En un comunicado, el FCCyT señaló que pese a estos problemas metodológicos el análisis brinda una aproximación del panorama de la inversión en ciencia en las entidades federativas de México y sugerentemente agrega un programa para homogeneizar su contabilidad, basada también en el proceso del Conac, con el fin de tener datos confiables, organizados en forma sistemática para revisar, evaluar y hacer planeación a largo plazo.