Lunes 30 de julio de 2018, p. 31
Habitantes de la colonia Portales exigieron a las autoridades de Protección Civil de la delegación Benito Juárez supervisar las obras de demolición en el predio de Saratoga 1007 –ubicado a unos pasos del inmueble que colapsó durante el sismo del 19 de septiembre–, que ha ocasionado daños en uno de los predios colindantes.
Los vecinos explicaron que durante el derribo de una casa de dos pisos, tiraron la pared de la vivienda colinante, que la empresa responsable se comprometió a reparar, pero es una muestra evidente de que no se están tomando las medidas pertinentes para realizar este tipo de trabajos.
Detallaron que después del sismo exigieron a las autoridades detener una construcción en Popocatépetl 164, donde autorizaron un edificio de 17 pisos, pues temían que las constantes vibraciones que provocaban los trabajos afectaran la estructura de sus inmuebles.
No se paró la obra, pero construyeron un muro Milán que detuvo las vibraciones, y justo cuando se había resuelto el problema comenzaron a sentirse de nuevo, ahora por la demolición en Saratoga 1007, donde se desconoce la magnitud de la edificación que se va a realizar ahí
, expusieron.
Indicaron que tiraron la pared de la vivienda contigua con sus habitantes adentro, sin que, afortunadamente, ninguno resultara herido, pero ninguna autoridad se ha presentado a supervisar los trabajos.
En tanto, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México informó que con la demolición de una casa-habitación ubicada en la calle Antonio Narro Acuña número 33, en la colonia Industrial, delegación Gustavo A. Madero, suman ya 57 derribos de inmuebles afectados por el sismo.
La dependencia agregó que labora en la demolición de cinco inmuebles más ubicados en Benito Juárez, Coyoacán y Cuauhtémoc.
Mientras, el secretario de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción de la Ciudad de México, Armando Díaz Infante, señaló que para el proyecto de reconstrucción, para el cual el gobierno local ya autorizó 2 mil millones de pesos, se tendrá que tomar en cuenta el contexto socioeconómico de cada uno de los damnificados, con el fin de diseñar un traje a la medida
en cuanto a la vivienda que puedan adquirir, porque no todos los condóminos tienen la misma capacidad de ingreso
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